Debía ganar como sea, para callar las voces que pedían la renuncia del entrenador y que comenzaban a quejarse del nivel de varios jugadores. El equipo entendió que no podía dejar pasar esta chance y cumplió. Pese a no jugar un buen partido (la lluvia conspiró contra el estilo de juego que intenta imponer el albiceleste), Gimnasia de Jujuy se quedó con los tres puntos.

El primer gol llegaría antes del primer cuarto de hora, de la mano de Luis Peralta. El colombiano sacó un remate de media distancia que se coló en el arco defendido por Leguiza.

Una vez en ventaja, el Lobo jujeño defendió esa diferencia cediéndole campo y pelota al conjunto visitante. El Mensana aprovechó el regalo y fue muy prolijo a la hora del juego, pero no concretó todo lo que insinuó en gran parte por el partidazo que hizo Cavallotti quien cada día es más importante en Gimnasia de Jujuy.

A 10 del final, cuando parecía que el partido se cerraba en el 1 a 0, Ojeda marcó en propia puerta y puso el empate parcial. Con la igualdad, la gente perdió la paciencia y los insultos no tardaron en llegar. La ligaron todos: dirigentes, jugadores y sobre todo el técnico.

Sin embargo, los de Sebastián Méndez no se achicaron y fueron con todo en busca de una victoria que no se podía escapar. Tras un centro, Ernesto Garín en contra decretó el resultado final para el delirio de todo el pueblo jujeño.

Con este resultado, el “Albiceleste” quedó con 19 puntos, a cuatro de los punteros Patronato y Atlético Tucumán. Por su parte, el equipo mendocino quedó con trece unidades. En la próxima jornada, los jujeños visitarán a Central Córdoba de Santiago del Estero, y Gimnasia de Mendoza recibirá a Estudiantes de San Luis. 

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Sobre el autor
Juan Ignacio Botta
Comunicación Social en UBA. Un 0-0 es como un domingo sin sol