Gabriel Carabajal llegó a Godoy Cruz en el último mercado de pases en busca de la regularidad en el fútbol argentino, ya que venía de desempeñarse en el fútbol peruano en San Martín de Porres. El volante ofensivo de 24 años es jugador de Talleres de Córdoba, pero al no ser tenido en cuenta por el técnico se sumó directamente a las filas tombinas. Llegó a la institución bodeguera a préstamo por 18 meses.

Pocos partidos le bastaron al cordobés para ganarse el corazón del hincha tombino, que luego lamentó su ausencia en la recta final del campeonato.

Tuvo su debut con la camiseta azul y blanca en el Torneo Vendimia 2016 frente a Maipú. Ante las miradas desconocidas, desplegó toda su habilidad, anotó dos goles y hasta casi se llevó la redonda. La gente murmuraba y se pregunta quién era, de dónde venía... Sin dudas, Carabajal iba a dar qué hablar en el futuro.

El buen desempeño en los amistosos de verano hizo que se ganara un lugar en el equipo titular en la primera fecha ante Rosario Central. Sin embargo, lejos de ser un buen partido para muchos, al partido siguiente, frente a Independiente ocupó un asiento en el banco de suplentes.

En la tercera fecha, Godoy Cruz visitó a River Plate; Carabajal ingresó a los 10 minutos del segundo tiempo y, sobre el final, marcó el gol de su vida que le dio la victoria al Tomba. Ya su apellido no era desconocido para nadie.

En la próxima estación del Expreso, ante Colón en el Malvinas Argentinas, el cordobés volvió a la titularidad y respondió una vez más con una gran conversión para sumar a la goleada del Tomba por 4-1.

Los siguientes encuentros lo tuvieron como titular indiscutido. Sin embargo, entre tan buen presente, iba a llegar una muy mala noticia: Carabajal se perdía el resto del campeonato. En la fecha 7, Godoy Cruz visitaba a Sarmiento, un rival muy duro que le anuló a Carabajal y a Facundo Silva para que no pudieran generar juego y así fue que el encuentro terminó con un aguerrido 0-0. Pero la peor parte se la llevó el cordobés que salió a los siete minutos del complemento tras sufrir un fuerte golpe en su pie derecho.

Infinidad de versiones circularon con respecto a su lesión, pero lo cierto fue que no se fracturó de milagro. El tiempo estipulado de recuperación indicaba que no volvería a jugar y el pueblo tombino se lamentaba ya que perdía a uno de sus mejores jugadores.

Carabajal volvió a ser parte de la lista de concentrados frente a Quilmes, tres fechas antes de finalizar las 16 correspondientes al campeonato, pero en ninguna pudo volver a sentarse ni siquiera en el banco de los relevos.

Dejando de lado el final deportivo del equipo, Carabajal cerró el semestre con un final feliz en cuanto a lo personal, ya que volvió a jugar. En el último encuentro del Tomba frente a Estudiantes para definir el tercer puesto, el volante ingresó en el segundo tiempo y le cambió la cara al equipo, lo que demostró que está en óptimas condiciones de cara al campeonato que se viene.

En cuanto a su continuidad, aún le queda un año de contrato con el club y todo parece indicar que le queda mucho recorrido con esta camiseta.

VAVEL Logo
Sobre el autor