Todo es festejo para los seguidores del Azul del parque, y no es para menos. Llegaron al objetivo, cumplieron la misión en la que se había encomendado Martín Astudillo en su momento, y que hoy Alfredo Berti terminó por concretar. Debieron esperar un día más para respirar con total tranquilidad, pues el elenco leproso no logró ganarle al muy aguerrido equipo paranaense, que le complicó el panorama y le alargó la espera. Finalmente hace unas horas y gracias a un resultado terminó por decretarse: INDEPENDIENTE RIVADAVIA LUCHÓ Y OBTUVO SU MERECIDO PREMIO, SE QUEDA.

El encuentro por la fecha 45 fue complicado para La Lepra. Se enfrentó a un rival ya descendido que la próxima temporada disputará el Federal A, pero ni eso hizo que las cosas le resultaran fáciles. Todo lo contrario, le costó y mucho encontrarle la vuelta al partido. Arrancó desprolijo, con muchas imprecisiones y dejando una pálida imagen en la primera mitad. Su flojo rendimiento le costó el gol de la visita, que a 14´ se puso en ventaja con un mano a mano de Caballero que termino en el fondo de las redes de Aracena. Una desconcentración, un fallo en la defensa y un gol inesperado. Desde ahí todo fue desesperación y juego apresurado por parte del Azul que no le salía una. No se vio bien armado ni igual de sólido que veces anteriores. Claramente la presión por alcanzar la salvación le jugó en contra. Sobre el final tuvo las dos más claras, pero sin suerte.

Luego de un par de cambios y ya en el complemento, cambió la cara. Pese a que Atlético jugó como si se tratara la final del mundo, sin regalar ninguna pelota y peleándolas todas, llegó un momento en el que se quedó sin piernas y aflojó. La Lepra fue con todo lo que tenía en busca de la paridad, con un Tarragona sin la suficiente solvencia, impreciso,  que desperdició tres situaciones claves que podrían haber significado la apertura del marcador. Se lo perdió también Cardozo, Irañeta estrelló el balón en el travesaño y parecía una cosa de no creer, la pelota no quería entrar. Hizo todo el mérito para lograr el empate, y así terminó sucediendo. Nuevamente Cristian tuvo la chance, no dudó e hizo delirar al parque entero con su definición. Hasta podría haberlo ganado, pero Cruzat se convirtió en héroe y tapó en tiempo de descuento todo lo que se le cruzó por el camino.

Pitó Echavarría y el encuentro finalizó en igualdad. El pueblo leproso sabiendo que el resultado no era muy favorable y la salvación todavía no era un hecho desplegó un show de fuegos artificiales y bengalas que iluminaron todo el Bautista Gargantini. En agradecimiento, pues Independiente logró una campaña histórica para pelear el descenso, le puso el pecho a las balas y peleó hasta el final. Fue la despedida del campeonato en casa y se vivió como una verdadera fiesta que continuó hoy, cuando Crucero cayó en Lomas de Zamora confirmando así lo más deseado, se terminó el martirio. Luego de 42 fechas en zona roja, se produjo el milagro y Mendoza festeja.

Síntesis del encuentro

Independiente Rivadavia (1): Cristian Aracena; Rodrigo Arciero, Yeimar Gómez Andrade, Sergio Rodríguez, Mauro Maidana; Gastón González, Fausto Montero; Mauro Cerutti, Lautaro Disanto, Diego Cardozo; Cristian Tarragona. DT: Alfredo Berti.

Atlético Paraná (1): Cruzat; Galli, Reynoso, Quiroga, Piris; Belforte, Cozzoni, Lencioni, Rancez, Caballero; Cadenazzi. DT: Eduardo Cervilla.

Goles: PT: 14’ Sebastián Caballero (AP), ST: 28’ Cristian Tarragona (IR).

Amonestados: Cadenazzi (AP), Ekert (AP), Cardozo (IR).

Estadio: Bautista Gargantini.

Árbitro: Pablo Echavarría.