Que complicado analizar el semestre de Aquino. Su mal principio de torneo, su extraña relación con la gente, la protección que pareció tener de Pellegrino en algún momento, su muy buen final de campeonato.
Ya en el anterior semestre se vio que Claudio era un jugador que le gustaba mucho al Cuerpo Técnico anterior, en la mayoría de los partidos era el primer cambio. Pellegrino lo tenía considerado como el jugador número doce del equipo. Es más, cuando en el verano surgió el interés de Nacional de Uruguay para contratarlo, el ex DT del Rojo se opuso a su partida porque le parecía un hombre importante para lo que venía. Parecía inentendible que Pellegrino haya decidido seguir apostando por él, uno de los jugadores más resistidos del plantel. Sin embargo los partidos de verano parecían darle la derecha al Cuerpo Técnico porque Aquino pudo lograr un buen rendimiento.
El primer encuentro del torneo lo jugó de titular debido a algunas lesiones y suspensiones y luego en la mayoría de los partidos ingresó desde el banco. Nunca desentonó del rendimiento del equipo, es más, en algunos partidos su ingreso mejoró levemente al equipo, pero la gente estaba ensañada con él. La poca chapa y el flojo semestre anterior lo llevaban a ser un jugador odiado, se llegó a decir que sólo jugaba por capricho del entrenador. Incluso en un partido ingresó como suplente y se lo silbó cada vez que tocó la pelota.
Por suerte para él y para el club en los últimos partidos del torneo pudo demostrar eso que debería ver Pellegrino de él en las prácticas. Llegada al gol, buen manejo de pelota, pegada, pase gol. Desde el partido con Vélez en adelante Aquino fue aumentando su nivel cada vez más y hasta se llevó varios aplausos en el último partido del Rojo de local contra Arsenal.
Semestre de menor a mayor para el Negro. Es un jugador con las típicas condiciones de enganche, no abundan mucho de esos en el mercado. Si Milito puede seguir sacando lo mejor de él, será de vital importancia en los que se viene.