Por rival, rendimiento colectivo, contexto y niveles individuales, el partido frente a Newell's fue el mejor de la Era Holan.

Por la ausencia de Figal por antidoping, Tagliafico debió moverse una vez más a la zaga central y Sánchez Miño jugó como lateral izquierdo; luego, el DT optó por la vuelta de Walter Erviti al once inicial en lugar de Nery Dominguez en el mediocampo. Esas fueron las únicas modificaciones respecto del encuentro ante Estudiantes.

Una defensa sólida con cuatro jugadores que rindieron por encima de los 6 puntos, un mediocampo que se replegó cuando debió hacerlo, que tuvo la pelota en los momentos donde el equipo necesitaba una pausa y que tuvo incidencia en el área rival; y un 9 que metió las que tuvo. Esos fueron los argumentos por los cuales el Rojo se fue de Rosario con los 3 puntos. 

Independiente supo golpear primero con el gol de Bustos luego de una buena jugada de Benítez y todo indicaba que los de Holan buscarían replegarse para luego salir rápido con Benítez, Barco y Rigoni, pero Newell's lo empujó contra el arco de Campaña y logró el empate luego del zonzo penal de Erviti.

Los últimos 20 minutos del primer tiempo fueron bastante peleados. Independiente lograba el desequilibrio a través de Benítez o Barco, pero no podía concretar. Por otra parte, Scocco, Formica y Amoroso complicaban tanto al doble cinco como a los laterales.

Una vez más, Independiente logró convertir al principio del complemento de la mano de otra buena jugada de Benítez y un zurdazo de Rigoni. De ahí en más, fue todo del equipo de Ariel Holan: Nery Dominguez ingresó para controlar la mitad de la cancha, la defensa no tuvo más problemas frente a los delanteros de la Lepra y Benítez, Barco, Rigoni y Gigliotti se las arreglaron para desequilibrar y liquidar el partido. Los últimos 15 minutos del encuentro estuvieron de adorno.

La mayor virtud de este Independiente es que sabe adaptar su juego de acuerdo al momento de cada partido. El resultado puede variar, pero el funcionamiento colectivo del Rojo de Holan es regular, sabe lo que a lo que juega, lo que puede hacer y lo que no. Obviamente que tiene cosas que corregir, pero sí sigue por este camino lo más probable es que, en el corto o mediano tiempo, termine por conseguir los objetivos planteados a principio de año.

Ahora se viene el clásico en el Libertadores de América. Sin Erviti y con la duda de Figal. Un partido bisagra en los que respecta a los objetivos del Rojo en este semestre, no sólo por lo numérico, ya que si gana se meterá de lleno en la pelea por un cupo a la Copa Libertadores; si no también en lo anímico, volver al triunfo de local y frente a Racing (uno de los mejores equipos del torneo) le darían a Independiente el envión de confianza necesario para afrontar los choques venideros por la Copa Argentina y la Sudamericana.