El Independiente de Holan sumó su partido número 14 sin perder y clasificó en la Copa Sudamericana con una actuación más que convincente.

A lo largo de estos meses, Independiente ha ido solidificando una idea y a raíz de ello el rendimiento, tanto individual como colectivo, se fue elevando semana tras semana. Prueba cabal de esto es el partido disputado en Perú ayer por la noche.

El encuentro contra Alianza Lima no era un choque cualquiera, era el partido más relevante que le quedaba al Rojo en este primer semestre, pues pasar de ronda en la Copa Sudamericana era uno de los objetivos principales del plantel. Además, el 0-0 en la ida obligaba al conjunto de Holan a convertir al menos un gol para no tener que recurrir a los penales.

El plano internacional siempre ha sido especial para el Rojo, por lo que la eliminación hubiese significado un golpe muy duro. Pero, ante otro partido chivo (como lo fue el clásico), Independiente volvió pisar firme. Jugó bien, dominó el partido, convirtió, no sufrió atrás y se llevó el triunfo. 

El partido de ayer fue un claro ejemplo de la evolución que ha logrado el cuerpo técnico en este plantel. El equipo sabe lo que hace, cómo quiere jugar, sabe distinguir cuando meter, cuando jugar, cuando tenerla y cuando replegarse. Ayer le faltó efectividad y contra Aldosivi profundidad, pero la idea se mantuvo. El equipo con "buenas intenciones" ahora es uno serio que le hace frente a cualquiera en cualquier lugar. Holan ha logrado convencer al plantel y ellos están convenciendo al hincha. Es por acá.

Las apariciones de Franco, Bustos y Barco le han dado un aire fresco al equipo que hacía mucho no tenía. La apuesta por los juveniles ha sido clave en este semestre. Ayer, Bustos y Barco han jugado su partido más importante en el club y tuvieron su mejor rendimiento en estos meses. Les sobra personalidad.

La recuperación de Benítez, Rigoni, Rodriguez y Sánchez Miño es otra clara muestra de la incidencia que ha tenido este cuerpo técnico en el equipo. Rigoni y el Torito estuvieron por irse en enero y hoy se han vuelto irremplazables, ayer el cordobés le dio el trinufo al Rojo (otra vez) y el uruguayo lo aguantó adueñándose del medio. Al mismo tiempo, Miño y Benítez cambiaron los silbidos por los aplausos adaptándose a nuevas posiciones.

Gigliotti y Erviti son dos que han alternado buenos y malos partidos, pero han sido claves en partidos importantes. Goles frente a Newell's, buen partido en el clásico y asistencia a Rigoni ayer de parte del Puma. Gol en el último minuto ante Huracán y partidazo en Perú del lado de Walter.

Y por último los líderes, Tagliafico y Campaña son los que le aportan tranquilidad al equipo. El 1 tiene una impresionante cantidad de vallas invictas, ha ganado puntos por sí mismo y está cada vez más identificado con el club. Lo mismo pasa con el capitán, ya hemos hablado de él anteriormente, pero ayer volvió a demostrar por qué lleva esa cinta y por qué es de Selección. Si hacia ese gol en el primer tiempo después de gambetearse a 3/4 rivales, había que cerrar el estadio.

Más allá del récord que es sólo una estadística, el décimo cuarto partido invicto del Independiente de Holan significó una prueba de caracter y fue aprobada notablemente. Ahora le toca ir a La Boca para enfrentarse a otra más. 

 

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Sebastian Saco
Lagunero