Luego de siete años de sequía, Independiente volvió a ser Independiente, en una nueva final volviendo a dar otro batacazo, otro Maracanazo donde igualó 1-1 ante el Flamengo y se consagró por segunda vez campeón de la Copa Sudamericana, como en aquella edición del 2010, cuando venció al Goias de Brasil.

En un partido vibrante desde el primer minuto de juego, donde el Fla de Reinaldo Rueda salió con un arranque furioso marcando el tiempo y la manera de jugar que tenía el dueño de casa, presionando al Rojo, provocándole errores y no generar su juego.

El equipo que dirige Ariel Holan sufría defensivamente por los centros peligrosos que mandaban los brasileños y a los 30 minutos, un centro terminó en varios rebotes en donde la defensa no pudo sacar y entró para empujarla, Lucas Paquetá.

Se venía la noche para el Rojo que hasta el gol, había empezado a jugar mejor y era superior, pero el gol lo golpeó anímicamente. Hasta que, a los 39 minutos, Maximiliano Meza entró por la banda derecha y fue derribado por Paquetá.

El árbitro del encuentro Wilmar Roldán, cobró penal y el encargado de ejecutarlo fue el pibe de 18 años, Ezequiel Barco, que lo cambió por gol y desató la fiesta de los diablos rojos en el Maracaná.

Foto: Web 

Independiente despertó y tuvo varias chances de poder convertir otro gol, pero por mala definición no llegó a realizarlo.

En el complemento, nuevamente el dueño de casa empezó mejor, salió decidido a buscar el triunfo pero esta vez encontró a un Independiente bien parado y con Emanuel Gigliotti que se convirtió en una figura clave para poder generar peligro.

Poco tiempo después, el Puma encaró desde la izquierda y pasó a su defensa rival con su gran porte físico y quedó mano a mano con el arquero y definió por encima, era una jugada brillante, memorable, pero llegaba Barco que no la quiso empujar y el defensa del Fla, llegó con lo justo para salvar su arco.

El Rojo se defendía muy bien y contratacaba muy rápido con el Puma y Barco que desequilibraban por las bandas. Pocos minutos más tarde, el autor del gol del conjunto de Avellaneda se escapó de dos marcas y mandó un centro para atrás y entró Gigliotti para disparar, el remate fue muy bueno, pero el defensa lo desvió y se lo dejó servido al arquero.

El tiempo pasaba e Independiente se tiraba muy atrás, pero también tenía sus chances de poder convertir un gol, además el resto físico de los jugadores no daba para seguir corriendo.

El tiempo pasó y con lo justo, Independiente gritó campeón de la Copa Sudamericana, nada más y nada menos que en el Maracaná ante el Flamengo, en una noche histórica que será recordada por todos los hinchas de Rojo.

El llanto de los más pibes, casos de Alan Franco, Fabricio Bustos, Ezequiel Barco, Martín Benítez, que son jugadores que surgieron del club y hoy en día son las figuras del equipo y pieza importante en el equipo que dirige Ariel Holan.

Independiente campeón de la Sudamericana, como hace siete años atrás. De esta manera el equipo dirigido por Holan clasificó a la próxima Copa Libertadores 2018, además que disputará la Recopa y la Suruga Bank, el próximo año. Festeje Independiente que lo tiene bien merecido.