En el torneo Nacional de 1972 debutó en la primera de Lanús José Luis Lodico, o más conocido como Pino, en donde se destacó no sólo, por sus condiciones futbolísticas sino, también por las humanas. Fue uno de los poco futbolistas qué pasó por varios técnicos y supo amoldarse al estilo de juego que cada uno planteaba, y tuvo el gusto de jugar con su hermano.
Se crió con historias de fútbol que lo incentivaron a soñar con ser futbolista, conjunto a sus padres se presentó a varias pruebas en las que las pasaba pero no podían costearse los gastos en su familia; jugando en uno de los clubes ubicado en Lanús Oeste, Club Podestá, varios directivos del Club Lanús vieron su forma de jugar y futuro en él, por lo que  lo invitaron a sumarse a las inferiores del club en 1967. 
En 1972, el director técnico en aquel momento era Ángel Amado Labruna y fue quién le dio la oportunidad a Pino de poder debutar, el 29 de octubre, frente a San Lorenzo de visitante. Aunque los granates se llevaron una derrota 5-0, los comentarios sobre Pino era todos conformes a su actuación en el campo de juego por lo que el técnico lo recompenso con colocar su nombre cada vez más frecuente en la formación inicial. Aunque ese año, el granate descendió Pino decidió que su carrera avance en el club jugando en el ascenso, el declive de categoría no dejó que se desluciera con su talento, por lo cual Lanús recibió varias propuestas de algunos clubes pero ninguna se concretó. En 1976, el granate subió de categoría y Pino fue una de las figuritas del ascenso junto a Nani, Del Río, Zárate, entre otros.
Luego de volver a subir de categoría el entrenador José María Silvero lo desplazó de su puesto para dárselo a Carlos Pachamé, por consecuente Pino disputó pocos minutos y al año con Lanús en el ascenso nuevamente, fue pedido a préstamo y cedido por el club a Banfield donde estuvo hasta 1979, donde retorno con los granates. En 1981 nuevamente se logró ascender de categoría al club que lo vio nacer futbolísticamente, pero los dos años siguientes sufrió varias lesiones que lo desplazaron de minutos dentro de la cancha. La primera lesión fue en uno de los oídos, la segunda la misma pero provocada por un jugador del Deportivo Español y su reacción en la cancha causó su expulsión; en 1983 el entrenador que asumió tal cargo en Lanús era el que en el momento de la segunda lesión de Pino estaba al mando de Deportivo Español. A partir de ese momento, José Luis marcó el final de su carrera.
A través de los años, se le contabiliza 300 partidos en la primera del club, con 18 goles y 6 expulsiones, lo cual lo coloca en el top 300 del fútbol Granate.
El detalle es el siguiente:

Nacional 1972: 11 Partidos
Reclasificatorio 1972: 5 partidos
Primera B 1973: 25 partidos y 1 gol
Primera B 1974: 35 partidos
Primera B 1975: 39 partidos y 8 goles
Primera B 1976: 38 partidoscon 2 goles
1977 Torneo Metropolitano: 8 partidos
Primera C 1979: 37 partidos y 1 gol
Primera C 1980: 37 partidos con 2 goles
Primera C 1981:34 partidos, 4 goles y 2 expulsiones

Primera B 1982:23 partidos y 2 expulsiones, y
Primera B 1983: 8 partidos y 2 expulsiones