Usualmente se dice que los clásicos son un partido aparte y poco tienen que ver con la situación actual de cada equipo. El que llega como favorito a ganarlo puede caer y el que atraviesa un mal momento puede lograr un triunfo que le dé confianza suficiente para levantar cabeza.

En esta oportunidad, no hay un candidato definido a llevarse el clásico. Si bien es cierto que Banfield se ubica quinto en la tabla de posiciones (30 puntos) y viene de ganar 3-1 ante Unión, antes había sumado dos derrotas consecutivas y sin poder marcar, contra Boca (0-2) y Olimpo (0-1). Los dirigidos por Falcioni se están acoplando a jugar sin Erviti y Silva, los máximos referentes en la primera mitad del campeonato, que dejaron el club en el último mercado de pases. Para suplir la baja del delantero trajeron a Darío Cvitanich, que volvió en plena vigencia y convirtió un gol en la victoria ante Unión.

La mala para Banfield es el desgarro de Nicolás Bertolo que lo alejará aproximadamente 21 días de las canchas. Aún no está claro su reemplazante -el cambio de sistema es una opción- ya que Martín Lucero, que había entrado por él en el último encuentro, fue expulsado seis minutos después por un codazo.

Tal vez Banfield se lleve el mote de "favorito", por el sólo hecho de que Lanús no está en sus mejores días. Luego de un 2016 inmejorable y un 2017 que arrancó con la celebración de la Supercopa, los dirigidos por Jorge Almirón vienen de tres derrotas seguidas en el campeonato local, algo que no sucedía desde el Torneo Inicial 2013. Las caídas ante Racing 3-0 (con un equipo alternativo) River 1-3 y Colón 1-0 lo hicieron caer al puesto 11 en la tabla de posiciones (26 unidades). La apuesta es la Copa Libertadores donde Lanús, a pesar de haber perdido con Nacional de local, ganó en Brasil a Chapecoense y cuenta con amplias chances de avanzar de ronda.

Para este partido, Almirón podrá contar con la vuelta de dos piezas fundamentales: José Sand se recuperó de la pequeña sobrecarga que lo privó de viajar a Santa Fe, por lo que Lanús podrá jugar con un 9 de área. El otro que vuelve es Ivan Marcone luego de su paso por la Selección, donde no vio acción en el encuentro ante Bolivia.

La realidad es que sólo los separan cuatro puntos en la tabla de posiciones. Una victoria de Lanús no sólo lo acomodaría en el torneo sino que también le daría el impulso anímico que necesita para volver a tener el nivel del equipo que supo ser campeón.