Patronato a lo largo del torneo tuvo varios pozos, donde en este último tiempo lo llevó a estar comprometido con el descenso. También el mal año lo llevó a perder ese respeto que se había ganad en el Presbítero Bartolomé Grella. Pero hoy era una chance para reivindicarse, pero finalmente no se pudo definir y la agonía se estira una fecha más.

El juego de hoy dio muestras claras de las falencias que demuestra Patronato. Pese a tener un amplio dominio en la posesión de la pelota, nunca pudo lograr capitalizar la posesión en goles, o mejor dicho, en chances netas de gol. Salvo al comienzo del juego, donde se desperdició un mano a mano, el equipo no encontró manera de romper la sólida defensa que dispuso Tigre, donde se refugió y defendió la ventaja inicial y luego terminó de liquidar el pleito cuando Patronato estaba muy jugado intentando lograr un milagroso empate.

No obstante, hay que agregar que Patronato, se salve o no, deberá cambiar su formato de juego característico de los últimos tiempos. Necesitará nuevos nombres con lo cual organizar un buen planteo. Hoy Damián Lemos no pudo ser el hombre clave con los pases porque sus compañeros no acompañaron y eso es muy importante a la hora del armado de un ataque. En cambio, la defensa volvió a dejar espacios libres y a cometer errores infantiles, dando muestra del bajo rendimiento que puso a Patronato en la zona baja de los promedios.

Sin dudas, Rubén Darío Forestello tendrá mucho trabajo de acá al jueves, donde en Junín, buscarán asegurar su participación en Primera División ante el descendido Sarmiento.