River es el equipo más ganador del fútbol argentino, con 35 títulos en Primera División. Justamente, la vuelta 35 se dio con Ramón Díaz, al igual que la Copa Campeonato, la que dio la llave para disputar la Copa Sudamericana. Sin Ramón, fue Marcelo Gallardo quien se hizo cargo del equipo millonario. Sin refuerzos rutilantes y recuperando a los jugadores que volvían de préstamo, el Muñeco armó un plantel que estuvo a la altura, que resignó el torneo local sobre el final, pero tuvo su premio con la corona internacional.

El Millonario no se consagraba internacionalmente desde la Supercopa ´97, con la gran figura del chileno Marcelo Salas, y con Gallardo con los cortos. Era hora de romper el maleficio, sobre todo en la Sudamericana, con la espina clava da de la final perdida ante Cienciano de Perú en la edición 2003.

La campaña a la gloria

Todo empezó esa noche mágica del 10-D. La primera serie fue contra Godoy Cruz, por la Segunda Fase, donde se eliminan equipos del mismo país. La ida s edisputó en estadio Malvinas Argentinas,en Mendoza, y fue victoria agónica del Millonario, por 1-0, con gol de Germán Pezzella, de cabeza. La vuelta, en el Monumental, fue triunfo del local 2-0, con doblete de Rodrigo Mora.

En octavos de final tocó Libertad de Paraguay, a quien River había eliminado en la Sudamericana 2003, pero lo padeció en la Libertadores 2006. El primer encuentro se dio en el estadio Nicolas Leoz, en Asunción: ganaba el Gumarelo a través de Vargas, luego tuvo un penal para aumentar, se cortó al luz durante media hora, López lo falló y automáticamente, Carlos Sánchez establecía el 1-1.Otro corte, menos duradero pero gran parte de la gente se había ido, aunque se reanudó y allí River aprovechó para liquidar al serie, con tantos de Sebastián Driussi y Gio Simeone. Con 3-1 de visitante, la revancha en casa fue más de lo mismo, con el triunfo millonario 2-0 (Gabriel Mercado y Simeone). 5-1 en el global, a cuartos.

En la siguiente fase, tocó Estudiantes de La Plata, quizá el mano a mano más complicado de la Copa.En el único de La Plata, ganaba el Pincha (Vera), pero el Millo lo dio vuelta a través de Mora y Schunke en contra. Dos a uno de visitante. En el Monumental, a los 40 segundos,abría la cuenta Teo Gutiérrez, Estudiantes empató por medio de Vera y en el segundo tiempo, Carrillo establecía el 2-1 e igualaba la serie, pero River se recuperó y ganó 3-2, con los cabezazos de Mora y Ramiro Funes Mori. A semi.

En la semifinal, Boca. Un Superclásico copero, cosa que no sedaba desde la Libertadores 2004, con grato recuerdo para el Xeneize. En La Bombonera, un 0-0 que dejó conformes a ambos equipos. La vuelta, el recordado 27 de noviembre, la victoria millonaria 1-0, con el zurdazo de Leonardo Pisuclichi, que no se habría dado si Marcelo Barovero no le atajaba el penal a Gigliotti a los 3 minutos de juego. Un desahogo y el pasaporte a una final tras dejar en el camino a Boca, en lo que fue un duelo histórico.

En la gran definición, Atlético Nacional, uno de los conjuntos más regulares del continente. En el Atanasio Girardot, en Medellín, ganaba el Verde con el grito de Berrío, pero emparejó todo Leo Pisculichi, la gran figura de ése semestre. El 1-1 trajo tranquilidad y en la vuelta, con el Monumental totalmente vestido y preparado para la ocasión, albergó una final más. Partido trabado, con Armani y Barovero siendo claves, que se abrió en el complemento, a través de los córners: centro quirúrgico de Piscu para que Mercado, de cabeza, abra el marcador y minutos después, misa fórmula,pero ésta vez Pezzella, el mismo que le dio el pase a la Sudamericana a su equipo, puso el 2-0 final y la fiesta monumental para ganar una Copa internacional, que durante 17 años se negó.

Toma mucho valor esta Copa, porque fue ante un rival que hoy por hoy es el campeón vigente de la Copa Libertadores, fue finalista de la Sudamericana ´16 y jugará el Mundial de Clubes.

Campeón Invicto

Lo que tuvo esta Copa de especial fue haberla conquistado de punta a punta: River jugó 10 encuentros, sin derrotas, con 100% de eficacia jugando en el Estadio Antonio Vespucio Liberti. Una campaña que tuvo todos los condimentos. Eliminando a Boca. Luego, se vivieron dos Recopa, la Libertadores y la Suruga Bank.