Así es el destino en en fútbol. El amistoso ante San Martín de San Juan ya casi terminaba. Estaba en tiempo de descuento, hasta que Nacho Fernández habilitó a Rodrigo Mora para que éste la empujara a la red y ponga las cosas 1-1. Así, River forzó la tanda de penales, donde se lució Augusto Batalla. El arquero, en los 90 minutos, no había tenido grandes intervenciones (nada que hacer en el gol de Dening).

La definición por penales es un karma histórico para el Millonario, sean oficiales o amistosos. En la Florida Cup, San Pablo dejó afuera de la final a River por esta vía, ganando 8-7, y Enrique Bologna no pudo detener ningún disparo. Esta vez, Batalla, a sus 20 años siendo el dueño del arco más grande del mundo, y con todas las presiones que ello implica, tuvo una labor soñada, al detener dos remates. Primeramente, Luis Ardente reventó la red defendida por Augusto, pero luego, el 1 le negó el festejo a Sebastián Rusculleda, con el brazo derecho y ayuda del palo, y el de Maximiliano Lugo, quedándose en el medio. Fue victoria millonaria por 4-1 y la Copa BBVA Francés, a Núñez.

Augusto logró algo que no pasaba desde hacia dos años y medio: que River ganara una serie de penales. No lo lograba desde la Copa Argentina 2014, en los 8vos de final, cuando venció 4-2 a Colón, con una soberbia actuación de Julio Chiarini (que atajó dos tiros). Luego, llegaron todas caídas, ante Rosario Central (Copa Argentina 2014), Peñarol (Copa Bandes 2015, amistoso) y San Pablo (Florida Cup 2017, amistoso).

Los cuestionientos al 1 de River seguirán, mucho más cuando éste debute en la Copa Libertadores, porque será su primera experiencia en este torneo en el campo de juego. Sin embargo, actuaciones como la de anoche le servirán, y mucho, para no perder la confianza y seguir firme bajo los tres palos. Además, fueron los primeros penales que atajó siendo arquero de la Primera. Una noche inolvidable, a pesar de haberse tratado sólo de un amistoso. Siempre suma.

Los penales