River cerró su último amisotoso con una nueva victoria, otra vez por penales, ante Independiente Rivadavia en Mendoza. Fue victoria, y no mucho más. Quizás el primer tiempo del Pity Martínez y alguna jugada en el segundo tiempo, capaz esa picardía de Auzqui que además del gol le dió un pase a Larrondo que pudo haber sido el 2-1 pero el ex Central no la recibó bien.

Al igual que en el anterior partido ante San Martín, el equipo arriesgó y tuvo más presencia en ataque cuando estuvo con un hombre más en la cancha, cuando anteriormente ya había recibido un gol por desatención de la defensa. Antes sólo con el juego asociado de Rojas-Fernández-Martínez pudo generar peligro sobre el final de la primera parte del encuentro. 

La lluvia acabó con el juego que se había intentado mostrar y el Milolnario intentaba imponerse por arriba con Marcelo Larrondo, que sigue sumando minutos en cancha y que si llega a estar en 100% de sus condiciones y revalida el nivel que supo mostrar, será una dura competencia para Lucas Alario. Lo mismo le sucede a Sebastián Driussi, que deberá mantener su racha goleadora porque atrás tiene a Mora y Auzqui ansioso por jugar y que aprovechan las oportunidades que se le presentan.

Fue 1-1 en los noventa minutos. Fue 5-3 en los penales, con una atajada de Augusto Batalla, para seguir sumando confianza ante las inmericidas críticas que recibe por una mal jugada cuando antes a eso tiene tapadas importantes. De la defensa poco se puede decir, en el primer tiempo no tuvieron mucho trabajo, cuando perdió Maidana salvó Martínez Quarta y este perdió la marca en el gol de La Lepra. Pero, son errores -si bien en este caso importante- que no cubren el hecho de que es superior a Arturo Mina, al quien ya parece a ver ganada la pulseada en la zaga central.

River no brilla. Sufre la falta de ese distinto, ese crack como lo era Andrés D´Alessandro. Ahora lo tiene a Rojas para generar juego, pero siempre asociándose con un compañero. Capaz todo cambie cuando se empiece a jugar de verdad, por los puntos: en el campeonato, el cual el Millonario debe repuntar si lo quiere ganar. Hay que saber como plantear estos partidos, donde el rival se queda atrás y hay que buscar sociedades, espacios y después tener eficacia a la hora de rematar. Ya se acabaron las pruebas, llega la hora de la verdad. La idea de juego está clara, hay que saber llevarla a cabo más que unos minutos. Ya se viene el reinicio del torneo, hay algunas dudas pero hay también hay certezas, hay jugadores para hacer un buen equipo y hay un DT como Marcelo Gallardo que tiene en claro el River que quiere sólo le falta pulirlo más.