Resultado adverso y chau campeonato. El conjunto Millonario cayó como local y perdió toda chance de obtener el torneo el torneo local. Un partido para el olvido en todas las líneas. Un equipo desconexo, con poco fútbol e incluso sin rebeldía. Ahora, solo queda pensar en la Copa Libertadores. En lo que respecta al torneo local, habrá que ganar los dos encuentros que quedan para asegurarse un lugar en la Copa Libertadores 2018.

Al comienzo del encuentro, el conjunto de Marcelo Gallardo mostró estar dispuesto a “comerse” al rival. Sin embargo, no encontraba la forma de entrar al área contraria, la forma de definir. En una jugada adversa, Racing conseguía la ventaja y en la desesperación por empatar, River era desprolijo y con poca profundidad, ya después del segundo gol, la necesidad de empatar adelantó el equipo, dejando espacios en el fondo que el rival supo aprovechar para convertir el tercero.

River Plate no estuvo fino en ninguna de sus líneas. El primer gol llega luego de reiterados pelotazos al área, algo a lo que River había renunciado hace tiempo para priorizar el juego al pie y por abajo. El segundo, llega luego de un córner, con un remate de afuera de Milton Casco y un desvío de Jonatan Maidana en el camino. Así, es posible darse cuenta de que ninguno de los dos goles del Millonario llegó de jugadas elaboradas o preparadas. Puro azar.

River falló en todas sus líneas. En el arco, Augusto Batalla tuvo total incidencia en el tercer gol de Racing, saliendo mal, tarde y con poca convicción, lo que hizo que Acuña lo dejara en el camino fácilmente para definir ante un arco vacío. La dupla central no tuvo firmeza. El primer gol del rival llega tras un despeje pobre, casi sin ganas, de Martínez Quarta. Un central de selección y una gran promesa que hoy dejaron mucho que desear.

Moreira y Casco no tuvieron incidencia, ni en ataque ni en defensa. En un juego de once contra once, no sumar es similar a restar. El capitán, Leonardo Ponzio, estuvo extrañamente desprolijo y erróneo en sus intervenciones. Cuando el juego de River no funciona siempre se destaca Leo, sin embargo, hoy jugó un pésimo partido, del que siempre se espera la fuerza, la rebeldía, los “huevos”, hoy estuvo lejos de ser el líder.

La delantera, la mejor arma del River Plate de los últimos seis meses, no generó una jugada de gol clara. Martínez y Fernández no generaron peligro y ni siquiera desordenaron a los defensores, cosa a lo que están acostumbrados. Los definidores, Alario y Driussi, casi no se vieron y, más allá de no haber recibido pases – gol, no se hicieron espacios para ser peligrosos, ni siquiera remataron de media distancia.

River Plate jugó como un equipo que no pelea nada, y como tal, se quedó sin chances de pelear el campeonato, aunque sea una fecha más. Habrá que cambiar la cara para los partidos por Copa Libertadores que llegan el próximo mes, quedar entre los primeros cuatro para asegurarse un cupo en la próxima y comenzar a pensar en el recambio. Hay varias posiciones, principalmente la de arquero, que piden un recambio urgente