Era una cuestión de tiempo, nada más. Lionel Andrés Messi llegó a este mundo para pulverizar toda marca que se le cruce, hacer añicos cualquier registro previo, si de goles y títulos se trata. Solamente en el año 2012, anotó 91 goles, superando los 85 de Gerd Müller de 1972. Asimismo, es el máximo anotador de toda la historia de La Liga española, con 312 tantos (y contando), dejando muy atrás a los 251 que ostentaba orgulloso Telmo Zarra. Con 28 años, tiene en su palmarés 30 títulos. E infinidad de récords más, que incluye también a la Selección Argentina, ya que ante Venezuela, anotó su 54° tanto en la Mayor, alcanzando la marca de Gabriel Omar Batistuta como el goleador histórico de la Albiceleste.

La Pulga, por decantación, superará el registro de Bati y se quedará, en solitario, con el trono del primer romperredes. Sin embargo, más allá de todo lo que representa Messi en Barcelona y la Selección, como calidad de artillero, Batistuta es insuperable, porque era un 9 de verdad, el terminador de jugadas, con todos los recursos; siempre estaba ahí para ajusticiar y siempre aparecía en los momentos clave. Leo es un polifuncional, ya que de mitad de cancha en adelante, puede jugar en cualquier posición, y se caracteriza por empezar las jugadas, sacarse rivales de encima con cambio de ritmo y gambetas, dar las asistencias y definir, en cuestión de minutos.

Promedio de gol de Bati en la Selección: 0.70 por partido.

Bati era un 9 letal. La rompió donde quiera que esté. En Newell´s, River, Boca y en el fútbol italiano (Roma, Inter y, sobre todo, en Fiorentina). Pero con la Selección había un romance distinto. Gaby, en 77 partidos disputados con la camiseta de nuestro país, propinó 54 tantos. De 1991 a 2002. Once años de consagraciones y redes rivales destrozadas.

Su primer partido fue ante Brasil, en un amistoso que terminó 1-1 en Curitiba, el 27 de junio de 1991. Y al poco tiempo, se dio su debut oficial, en la Copa América de Chile 1991, ante Venezuela (¿casualidad?) y goleada 3-0, con doblete de Bati. En ése certamen, el santafesino facturó también a Chile, Paraguay, Brasil y Colombia. Campeón en su primer torneo con la Albiceleste, y máximo goleador del torneo (6 tantos), superando a Iván Zamorano.

No conforme, al año siguiente, Bati continuó mostrando sus dotes, en la Copa Rey Fahd 1992, que se disputó en Arabia Saudita (el primer antecedente de lo que hoy es la Copa FIFA de las Confederaciones). El 9 marcó doblete a Costa de Marfil en la semifinal, y posteriormente, levantó el trofeo ante el anfitrión.

La trilogía de oro del equipazo de Alfio Basile culminó tras la Copa América 1993, en Ecuador (antes, se disputaba cada dos años). En el debut, la Argentina ganó 1-0 a Bolivia, gol de Batistuta, que no volvería a convertir hasta la final, pero fue clave, ya que marcó los dos goles del triunfo 2-1 ante México. Tercer título en su tercer año con la Selección. Un iluminado del gol. Desde entonces que la Mayor no consigue un campeonato, racha que Messi y compañía intentarán derribar en Estados Unidos.

En las Eliminatorias rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994, el Batigol aportó tres tantos: dos a Perú y el restante, el que le dio el pasaporte a la Albiceleste, en el dramático repechaje ante Australia.

En el Mundial, con el regreso de Diego Maradona (en su última aparición con la casaca nacional), Bati no decepcionó: tres goles a Grecia en el debut, por 4-0 (y último gol de Diego en la Selección) y uno a Rumania en los octavos de final, ya sin el 10, cuando terminó el sueño argentino (que venía de ser campeón en 1986 y subcampeón en 1990, con Carlos Bilardo de DT). Cuatro tantos en su primera experiencia mundialista.

Gol de Bati a Grecia (Foto: Rodillona Deportes).
Gol de Bati a Grecia (Foto: Rodillona Deportes).

Tras USA ´94, llegó la decaída de la Argentina: subcampeonato de la Copa Rey Fahd 1995, perdida ante Dinamarca (Batistua aportó dos tantos), cuartofinalistas de la Copa América en las ediciones de Uruguay 1995 (en al cual Bati fue uno de los goleadores, con 4 conquistas) y Bolivia 1997.

En el segundo Mundial de 9, en Francia 1998 y con Daniel Pasarella de DT, el goleador de Fiorentina volvió a responder: en la fase de grupos (ese inédito Grupo H, con tres selecciones debutantes en Copas del Mundo), marcó el tanto del triunfo ante Japón y otro triplete, a Jamaica, en lo que fue 5-0. Cerró su registro en el inolvidable duelo de octavos de final, ante Inglaterra, que terminó 2-2 y triunfo argentino en los penales. En cuartos, Holanda se interpuso y eliminó al cuadro del Kaiser. Cinco goles en cinco partidos.

En Mundiales, 10 goles en 12 partidos.

Las lesiones lo marginaron de gran parte del ciclo de Marcelo Bielsa, por ejemplo, en la Copa América Paraguay 1999 (ya había estado ausente en la edición del ´97), donde el 9 fue Martín Palermo (que no se destacó por sus goles, justamente) y afuera en 4tos; y en las implecables Eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón 2002, Bati apareció en el final, con 5 tantos en 5 cotejos.

Su última aparición con la camiseta argentina fue en su tercer Mundial, el de 2002, que fue un rotundo fracaso, con la eliminación en primera ronda ("grupo de la muerte", con dos europeos; pero no fue excusa). Batigol, de cabeza, anotó de cabeza el gol con el que Argentina superaría 1-0 a Nigeria, pero luego perdería contra Inglaterra (0-1) y empataría ante Suecia (1-1), y el doloroso adiós. Su última presentación y su despedida definitiva en la Selección, con 33 años, para cederle la 9 a quien competía con él palmo a palmo, Hernán Crespo, y que hoy le pertenece a Gonzalo Higuaín.

La última conquista de Bati en la Albiceleste (Foto: El Comercio).
La última conquista de Bati en la Albiceleste (Foto: El Comercio).

Una verdadera injusticia que Bati no haya podido despedirse de la Selección como merecía. Un arranque a puro título, aunque con equipos que no lo acompañaron en los Mundiales. Es el máximo artillero de la Argentina en las Copas del Mundo, con 10 goles, superando a nombres como Guillermo Stábile, Mario Kempes y Diego Maradona. De todos modos, merecía, al menos, haber disputado una semifinal mundialista.

Sus goles se distribuyeron de la siguiente manera: 13 en Copas América, 13 en amistosos, 11 en Eliminatorias, 10 en Mundiales, 4 en Copa Rey Fahd (oficial) y 2 en Copa Kirin (copa amistosa). 54 tantos, que en realidad con 56, pero no se le convalida un doblete a la Selección alternativa de Eslovaquia (que no fue reconocida por la FIFA).

En este artículo no tratamos de discutir a Leo Messi, uno de los cinco mejores jugadores de la historia del fútbol. Día a día, el 10 de Barcelona se encarga de acallar a sus detractores. Que seguramente supere a la brevedad a Batistuta, y llegará a los 60 goles en la Selección Argentina, quizás a los 70 y, si se lo propone, al centenario mismo. Todo es posible con La Pulga. Sin embargo, la 9 en la espalda tiene a su máximo exponente al oriundo de Reconquista, que la rompió en los ´90 y, hace poco, lo vimos comentar la final de la Champions League. Es consciente que su récord ya no le pertence, pero su leyenda es eterna. Es el 9 insuperable. El 9 de toda la vida.

Los 10 goles de Batistuta en Mundiales: