En la última función de Luis Enrique al frente de los Blaugranas, sus dirigidos, entre ellos Lionel Messi, querían regalarle la Copa del Rey como un gran premio para irse triunfador. El encuentro comenzó complicado el Barsa no encontraba los caminos para pasar la solida defensa de la escuadra del argentino Mauricio Pellegrino, pero flotó la lampara un tal Messi pasando los 20 minutos de ese primer tiempo.

A los 30 minutos, la Pulga se encontró con Neymar, tirando entre ambos una pared para la definición cinco estrellas del capitán de la Selección Argentina, superando a Fernando Pacheco para el 1-0 parcial. El argentino luego del empate del Alavés se puso su equipo al hombro encabezó una brillante contra abrió a la derecha donde se lo encontraba André Gomes, que tiró un centro preciso para Neymar para colocar el 2-1 parcial.

A esa altura de la noche del Vicente Calderón, Messi era figura indiscutida del juego y más cuando en sus pies comenzó la jugada del tercer gol de la escuadra de Enrique. Los hinchas presentes se rendían en los pies del mejor jugador de la cancha y del mundo. El segundo tiempo todos los balones pasaban por el control del hombre de la noche en Madrid debido a que Barcelona estaba refugiado para salir de contra y en velocidad.

La pelota descansaba bajo su dominio los defensores rivales solamente le veían el número de la camiseta, no lo podían detener por su rapidez y estaba en su mejor versión. De la mano del mejor, los Culés se quedaron una nueva versión de la Copa del Rey en la último partido de Luis Enrique y sus dirigidos le dieron un gran regalo.