Algunas selecciones tienen sus entrenadores que están hace varios años y han disputado más de una Copa del Mundo asentando sus proyectos y su continuidad. En el caso de Argentina se da un panorama totalmente diferente ya que en cada finalización de un Mundial o los malos resultados derivan en el cambio de dt como se ha dado en el 2017 con dos entrenadores en un mismo año.

Edgardo Bauza fue quien comenzó este 2017 al mando de la Albiceleste con el objetivo claro de clasificar a la máxima cita de selecciones. El dt que había conseguido la Copa Libertadores con Liga Universitaria de Quito y San Lorenzo no tuvo muchos partidos como seleccionador. Esa persona que había sido nombrada por la Comisión Normalizadora en un duro momento del fútbol argentino solamente dirigió ocho partidos.

En el comienzo de su mandato, los resultados daban buenos indicios con los puntos que se sumaban y el retorno de Lionel Messi a la selección. Justamente, el ‘10’ fue quien ‘salvó las papas’ en el primer partido del año por las Eliminatorias ante Chile, en ese encuentro que se disputó en El Monumental Lio se hizo cargo del equipo, se lo puso al hombro y sacó jugadas de la galera. El propio Messi anotó desde los doce pasos el único gol y sobre el final, sería nuevamente noticia por los famosos entredichos con el cuerpo arbitral.

Algunos jugadores preferidos por el Patón como Lucas Pratto le otorgaron un buen respaldo en la victoria ante Colombia. Sin embargo, se dieron otras circunstancias que derivaron en las dudas de los demás como la posible convocatoria a Mauro Icardi que nunca jamás llegó.

Bauza nunca cambió de sistema táctico ni en la forma de jugar. Siempre se lo conoció como un entrenador pragmático y a pesar de los resultados que se dieron, la sequía de goles también avalaba este caso ya que Argentina había marcado nueve goles en ocho partidos y recibió 10 en todos ellos.

Un despido fugaz y pasajero

La derrota ante Paraguay y la durísima goleada que recibió en manos de Brasil se respondieron con la victoria ante el seleccionado cafetero. Luego, la Albiceleste se llevó los tres puntos pero tuvo que sufrir frente a Chile en Buenos Aires y la caída en La Paz ante Bolivia fue el punto final de esta novela. Claudio Tapia había asumido como presidente de AFA y uno de los primeros movimientos fue el despido del Patón que dejó al seleccionado argentino en la 5º posición en la tabla.

Con la partida del Patón, el buzo de técnico quedaba vacante y la AFA iba nuevamente para el Viejo Continente para buscar a los entrenadores de clubes de élite pero al momento de tocar la puerta, nadie respondió. Al momento de nombrar candidatos se encontraron Mauricio Pochettino, Diego Simeone, Eduardo Berizzo y Jorge Sampaoli –estos últimos dos provenientes de la escuela bielsista-, pero solo uno obtuvo el premio mayor.

La hora del casildense

Con un título internacional en la Copa América 2015 como entrenador de Chile y su paso por la liga española, Sampa se hacía cargo de la Albiceleste y tenía la dura misión de obtener el boleto a Rusia ya que el seleccionado se encontraba en la quinta posición y la diferencia entre todos no era muy amplia.

Algunos directores técnicos tenían más de 10 partidos para demostrar todo su pensamiento y sus ideas, pero en este caso, el oriundo de Casilda tuvo que hacerlo en los últimos cuatro partidos de eliminatorias sudamericanas dejando de lado los amistosos. Se venían Uruguay, Venezuela, Perú y Ecuador, cuatro pruebas de fuego y donde estaban dos caminos: la gloriosa clasificación a Rusia o uno de los fracasos más grandes de la historia de la Selección.

Una vez asumido el cargo, el nuevo entrenador ya se ponía en marcha con todo el trabajo a realizar. Si bien se cuestionaron algunos sucesos como las charlas que tuvo con entrenadores de otros deportes, el propio dt inició una gira por Europa para tener conversaciones con cada jugador en particular.

Recambio y objetivo cumplido

Previo a los partidos donde se jugaba por los porotos, Sampaoli tuvo una gira por el exterior donde enfrentó a Brasil y Singapur. En los dos obtuvo la victoria; en el primero de ellos vencía a la Verdeamarela de Tite por 1-0 con gol de Gabriel Mercado y en el segundo por 6-0. Pero con varias particularidades en ambos y la primera de ellas fue ese famoso recambio que tanto se pedía y que había llegado de la mano del nuevo dt. La otra innovación fue la táctica que se dio en el segundo cotejo ya que había jugado con solo dos defensores, una idea totalmente ofensiva que probaba ante un conjunto débil.

En esta gira de amistosos no se daban uno o dos nombres sino que se sumaban siete nombres que no eran habituales y que algunos no habían debutado. Con Mauro Icardi a la cabeza, se le sumaban Emmanuel Mammana, Eduardo Salvio, Manuel Lanzini, Leandro Paredes, Guido Rodríguez y Alejandro Papu Gómez. Así como aparecieron estos jugadores empezaron a desaparecer otros como Lucas Pratto y Ezequiel Lavezzi.

Otro de los aplausos que recibió el dt fue por la consideración que tuvo para el fútbol local. En todas las listas que presentó siempre estuvo algún jugador del medio local y en todas las líneas. En la defensa, estuvieron Fabricio Bustos y Nicolás Tagliafico por ejemplo. Más adelante, en el sector de los volantes también serían llamados Pablo Pérez, Enzo Pérez y Fernando Belluschi y por último en el ataque se pondrían la celeste y blanca jugadores como Darío Benedetto, Cristian Pavón y Lautaro Acosta.

Al momento de la verdad, el recambio, los nuevos jugadores y la figura de Lionel Messi lograron la clasificación a la Copa del Mundo en el último partido. Luego de tres empates consecutivos y donde el nerviosismo empezaba a acrecentarse, la victoria llegó frente a Ecuador y se ubicó en la tercera posición de la tabla con 28 unidades, además de su invicto al frente del seleccionado.

Finalmente llegaron los amistosos ante Rusia y Nigeria hace muy pocos meses y donde Sampa pudo tener un panorama más abierto sobre su trabajo en el equipo. Ahora se vendrán seguramente los últimos amistosos para luego poner quinta a fondo en el mes de junio y levantar esa ansiada copa que tanto se niega. Esa maldita copa que pudo levantarse en suelo brasileño.