Los ecos de la victoria en el José Amalfitani todavía resuenan en barrio Jardín. Luego de un arranque sin poder obtener los mejores resultados, Talleres enderezó el rumbo y cosechó tres victorias al hilo que lo acomodan en lo numérico, tanto en la tabla de posiciones como en el descenso.

Después de haber tenido el domingo libre, el plantel albiazul volvió a las prácticas en la Boutique en horario vespertino. Dio inicio unos minutos antes de las 17, en el que los jugadores salieron al verde césped para empezar a trotar.

Posteriormente, el plantel se dividió en tres grupos distintos: el equipo titular que jugó ante el Fortín trabajó con Frank Darío Kudelka, que luego de una charla de unos minutos y ocupando una mitad de cancha, propuso un ensayo táctico con toques en uno o dos tiempos, rotando posiciones y haciendo relevos.

Otro grupo estuvo compuesto  por los jugadores que tuvieron pocos minutos o no jugaron. En él estuvieron Cotugno, Cháves, Burgos, Fernando Godoy, Ramis, Giménez, Ludueña, Ramírez, Strahman, Okiki y Klusener. Además, en este grupo participó Olivera, que se recupera de su lesión. Se lo notó participativo y se movió sin problemas, aunque todavía le falta rodaje futbolístico.

Por último, el tercer grupo estuvo integrado por los jugadores de la reserva, caso Díaz, Juárez y Ortega. Matías Vuoso también trabajó junto a ellos: el delantero se recupera de una lesión lumbar y luego de trotar unos minutos, realizó algunos ejercicios de elongación para dicha zona y, finalmente, trabajó en el gimnasio.

Otro que trabajó diferenciado fue Aldo Araujo: el correntino, que se recupera de un microdesgarro que sufrió ante San Martín de San Juan, habló con el médico Ferreyra, luego corrió alrededor de la cancha y, mientras sus compañeros trabajaban, él realizó una tarea específica de pasadas con pelota, a cargo del kinesiólogo Renzi. Al igual que Vuoso, finalizó el ensayo en el gimnasio.

Araujo entrenó aparte mientras se recupera de su lesión. (Foto: Federico Sánchez)

Pasada media hora de dichos entrenamientos, el grupo de titulares, sumados a Burgos y Giménez, culminaron la práctica en el gimnasio para aflojar las cargas. El resto jugaron un partido en espacios reducidos, de 7 contra 7, bajo la atenta mirada de Kudelka. Por su parte, Herrera trabajó con Irusta, el entrenador de arqueros.

 
Fútbol reducido para los que tuvieron pocos minutos. (Foto: Federico Sánchez)

El  albiazul seguirá entrenando en la semana con vistas al próximo encuentro, que será ante Patronato en el Kempes el domingo a las 18. Vale aclarar que el entrenador  tiene a disposición al mismo equipo que le ganó a Vélez, por lo que habría que ver si lo repite por tercera vez consecutiva.