En diciembre de 2014, Andrés Fassi y Frank Darío Kudelka dieron el puntapié inicial de lo que sería la vuelta de Talleres a los primeros planos del fútbol nacional. El actual presidente del conjunto cordobés había asumido hace pocos días y tras haber perdido dos chances de ascender al Nacional B, decidió que Frank sea su primer Director Técnico.

Desde ese momento la T comenzó a transitar un gran camino. El mismo no incluyó solamente cambios de categoría, sino que, sobre todas las cosas, promovió un estilo de juego que hoy caracteriza al Matador en cada encuentro que disputa.

Antes de arribar al equipo de Barrio Jardín, Kudelka había logrado que sus equipos terminen en la primera posición sólo en dos oportunidades. La primera fue con Libertad de Sunchales en la temporada 2006/07 del entonces llamado Argentino B, la otra vuelta olímpica fue con Boca Unidos en el Argentino A 2008/09. A esos acontecimientos podemos agregar también el ascenso a Primera con Unión de Santa Fe en el año 2011 tras un subcampeonato.

Los números hablan por sí solos

En sus dos primeros campeonatos al frente del banco albiazul, el oriundo de Freyre (Córdoba) pudo colocar a Talleres nuevamente en la máxima categoría del fútbol argentino tras ubicarse en la primera posición tanto en el Tetradecagonal final del Federal A 2015 como en el Nacional B 2016.

A lo largo de este tiempo, Kudelka estuvo a cargo del Matador en 80 cotejos entre Federal A, Nacional B, Copa Argentina y Primera División.

En esos cuatro campeonatos, Frank logró conseguir las tres unidades en juego en 45 encuentros. Diez en Primera, 14 en la B, dos por copa y 19 en el Federal.

En los primeros tres torneos mencionados anteriormente solamente fue derrotado en dos oportunidades. Una tuvo lugar en la primera fase del Federal A 2015 y la otra por la Copa Argentina 2015/16. En la máxima categoría se quedó sin puntos en ocho encuentros. En los 25 encuentros restantes, las tablas reinaron en el marcador.

Estos números le dan a Kudelka una efectividad del 66,7%, siendo además uno de los técnicos con más victorias en la historia del Club Atlético Talleres de Córdoba. Solo Saporitti con 68 y Gareca con 64 lo superan.

Datos estadísticos: Mauricio Coccolo

Su estilo

Los números del DT albiazul son acompañados de un gran rendimiento dentro del campo de juego. La T ya tiene en su ADN una personalidad que hace tiempo buscaba.

Con un Guido Herrera en constante participación, una defensa que mezcla experiencia y juventud en Javier Gandolfi y Juan Cruz Komar, los cuales en cada situación se muestran como opción de pase y un mediocampo con una gran técnica, Talleres ha creado una identidad en base al control el balón que cada día se hace más fuerte.

Pablo Guiñazú y Leonardo Gil se encargan de limpiar y hacer jugar a todo el equipo. El Cholo Guiñazú, a pesar de sus 38 años, es el jugar con más recuperaciones del campeonato y su visión a la hora de salir desde atrás es vital para el comienzo de cada jugada. El Colorado Gil es quien, junto a Emanuel Reynoso, se encargan de la distribución en ofensiva.

Los laterales son una parte muy importante del esquema de Kudelka. Tanto Ian Escobar como Leonardo Godoy son partícipes en la gran mayoría de las jugadas ofensivas y siempre se encuentran como una opción para sus compañeros.

En ofensiva es en donde el DT aún no logra engranar. La falta de gol ha sido una constante a lo largo de su paso por la máxima categoría y el tridente parece tener un único nombre que se repite en cada oportunidad, Sebastián Palacios.

El Tucumano es el jugador más desequilibrante de la T y es a quien Frank aún no le encuentra los compañeros ideales en ataque. Victorio Ramis, Ezequiel Rescaldani y Jonathan Menéndez son las principales opciones a las que se le suman Gonzalo Klusener y Nahuel Bustos.

Con la faceta goleadora como punto pendiente, el Talleres de Kudelka logró confirmar su estadía en Primera para el próximo año y ahora sueña con clasificarse a la Copa Sudamericana.

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Sobre el autor
Santiago Foa Torres
Director general y redactor de VAVEL Argentina, Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Córdoba. La experiencia se hace, la predisposición la dibuja y las ganas la rellena.