El arribo de Pablo Lavallén a Atlético Tucumán se produjo con el firme objetivo de potenciar el aspecto futbolístico dejado por Juan Manuel Azconzábal, quien tuvo una importancia capital en lo que respecta a la consecución del segundo ascenso del equipo a primera división (el primer ascenso se produjo en la temporada 2010-11). 

El exjugador de River, Huracán de Tres Arroyos y ahora devenido en director técnico venía antecedentes grandilocuentes en San Martín de San Juan y con una idea de juego basada en la posesión de balón en fase ofensiva, de la marca a presión y que, sobre todo, le presentaba batalla a sus contricantes en condición de visitante. De hecho, la Copa Libertadores fue el mejor trabajo de campo y de experimentación de Lavallén.

El ADN del fútbol decano, y eso lo tendrá que tener en cuenta Talleres a la hora de disputar este partido importante, es un juego en equipo propiamente dicho. Más allá de que suene como cliché y un lugar común en el mundo deportivo, todas las fichas que componen el sistema táctico de Atlético cumplen al pie de la letra las indicaciones de Lavallén. El conjunto tucumano realiza los relevos de manera eficaz y los jugadores del mediocampo ejercen presión, como una manera de brindar contención y de cumplir un objetivo por excelencia: la recuperación del balón. El talón de aquiles del equipo es el juego aéreo y esto se pudo apreciar en los encuentros claves de la Copa Libertadores frente a Palmeiras y Peñarol. Sin embargo, los jugadores pudieron contrarestar esa debilidad con buenos movimientos de anticipación por parte de Rodrigo Aliendro y Guillermo Acosta, quienes son jugadores de rol y que se abocan a la intensificación de los doblajes defensivos.

En la faz ofensiva, Atlético Tucumán se caracteriza por disponer de jugadores con picardía y oficio como Luis Miguel Pulga Rodríguez, la habilidad de David Barbona para controlar la pelota y tirar pases al jugador mejor ubicado. En esa misma órbita, se ubica Favio Álvarez. En la delantera, Cristian Menéndez le aporta dinámica, José Mendez propone un uno contra uno endiablado y Gonzalo Ontivero le puede facilitar mas situaciones de gol al equipo Decano. 

En el arco estará Josué Ayala, quien siempre cumplió y nunca le tembló el pulso para hacerse cargo de la valla tucumana. En aquel partido frente a Boca, y que fue victoria en la Bombonera con gol de Leandro González, El exguardameta de Independiente Rivadavia de Mendoza fue rápido en sus reflejos, manejo muy bien el timing de arquero y tiene buenos recursos con pelota dominada.

El suelo cordobés le es conocido al batallón Decano que no se deberá confiar porque al frente estará un conjunto cordobés hambriento de victorias.