Si hubo algún tema recurrente en el último tiempo en el Talleres de Frank Darío Kudelka, sin dudas fue la terminación de jugadas. Es que el equipo de Barrio Jardín fue uno de los conjuntos con mayor posesión de balón en la temporada anterior, pero a la vez tuvo el gran déficit de no poder reflejar en el marcador el dominio logrado en el campo de juego.

Luego de la dolorosa eliminación en penales ante el lobo mendocino y la increíble caída ante el tomba el domingo pasado, el entrenador albiazul volvió a mostrarse insatisfecho con el juego desplegado por sus dirigidos, y empieza a preocuparse por la escasa profundidad que muestra el matador. Muchos podrán manifestar que la falta de generación de juego del domingo pasado fue producto de la ausencia del jugador distinto que posee Talleres, Emanuel "Bebelo" Reynoso, pero en el cotejo que dictaminó la eliminación de Talleres de la Copa Argentina y en gran parte del torneo pasado, la T evidenció las mismas dificultades con el "10" en cancha.

Ante este panorama, y con la vuelta del Cholo Guiñazú, quien purgó las dos fechas de suspensión, y a la espera de la evolución de Emanuel Reynoso, quien  se resintió de la molestia muscular que lo aquejaba, el mediocampo albiazul tendrá la difícil tarea de cambiar la imagen dada en estos últimos cotejos y volver a ser aquél que provocó grandes elogios tras la categórica goleada ante Lanús. Para ello, su misión será abastecer a los tres nombres de ataque que elija Kudelka para retornar a la senda del triunfo y apaciguar los ánimos de un hincha que para esta temporada manifiesta el deseo de algo más que la permanencia en la categoría.

Ya lo dijeron su presidente y su entrenador, la meta es ingresar a una copa internacional, y para ello, Talleres necesita ser punzante  en los últimos metros, lograr la profundidad tan anhelada por todo el hincha matador.

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