El encuentro entre los de Turdera y Sarandí fue cambiante, ya que ninguno logró hacerse dueño del balón. La falta de puntería por parte de ambos equipos fue fundamental para que durante los 90 minutos no se saquen ventaja.

Entrar dormidos, la gran falencia

El elenco celeste salió decidido a hacerse del balón pero errores individuales le costaron caro. Los primeros quince minutos fueron fatídicos para los de Mayor, cometiendo demasiadas errores cerca del área de Matías Ibañez posibilitando al visitante poseer situaciones claras de gol.

Durante el primer cuarto de hora los locales tenían el balón y buscaban llegar al área rival mediante triangulaciones rápidas, pero Arsenal presionaba intensamente y lograba las equivocaciones gasoleras.

El gol que abrió el encuentro se produjo gracias a un mal despeje de Ignacio Bogino que posibilitó a Corvalán desbordar y cederle la apertura del marcador a Julio Rodriguez. 

No cerrar el partido

Los del Viaducto tuvieron la posibilidad de ampliar el marcador en varias ocasiones luego del tanto del Jopo, pero la falta de definición mantuvo con vida al conjunto local.

En el mejor momento de los visitantes Luciano Vázquez le ganó la posición a Bellocq, quedando el equipo mal parado y sirviéndole la posibilidad a Marcos Figueroa de empatar el encuentro.

Con el tanteador empatado, el Gasolero empezó a crecer en el partido gracias al control que le daban Parodi-Arregui en el centro de la cancha y la explosión de Figueroa y Mancinelli por las bandas. 

En cambio los de Rondina no podían contener los ataques locales y cada vez que tenían posesion terminaban dividiendo el balón, facilitandole la tarea a los defensores rivales.

En los minutos finales de la primera etapa, Temperley pudo haber logrado la ventaja si no hubiese sido por los palos. En ambas ocasiones Tibu Vazquez realizó un buen movimiento individual pero sus remates se estrellaron contre el poste defendido por Pellegrino.

Uno lo buscó y otro se conformó

El fin de los primeros 45 minutos auguraba un complemento atractivo, con ambos equipos buscando la victoria pero terminó amargando a todos.

Arsenal lograba preocupar al local mediante el tándem Marín-Fragapane pero los centrales celestes mejoraron sus actuaciones y neutralizaban todos los ataques rivales. La jugada que llevó más peligro al arco de Ibáñez fue un tiro libre de Sanabria.

Ambos técnicos realizaron cambios buscando torcer el trámite del encuentro, en un momento dónde el mediocampo era una zona de paso y vislumbrando que la definición vendría mediante una contra.

El visitante perdió presencia en ataque y dejó crecer a su rival conformandose con el empate, quién se volcó a conseguir la victoria de manera desesperada. Dicha intención convirtió en figura al arquero Pellegrino, quién fuera responsable de que su equipo no caiga derrotado.

Los ingresos de Cólzera, quién estrelló un remate en el palo, y Sánchez le dieron al Gasolero tenencia de pelota, mientras que Cristian Palacios aportó velocidad, generando algunos remates que fueron controlados facilmente.

El cierre del encuentro dejó con un sabor amargo a los del Sur por el rendimiento mostrado en el inico del encuentro y la imposibilidad de salir de la zona roja.