El pitido final dejo sensaciones ambiguas en el conjunto del sur. Por un lado, la desazón por no lograr convertir el penal; y por otro, no haber perdido puntos luego de dos derrotas consecutivas, ante Unión y Lanús.

Consecuentemente, el técnico realizó un breve análisis del rendimiento de sus dirigidos: "Fue un partido difícil, creo que el equipo estuvo a la altura y debimos merecer algo más". Además, hizo hincapié en la necesidad de seguir mejorando para alcanzar el objetivo de mantener la categoría: "El equipo fue ordenado, serio y duro. Tenemos que mejorar varias cosas, pero vamos por buen camino".

Durante el último mes la complicaciones que sufrió el club (apretadas de barras, renuncia del presidente y luego del técnico Mayor) complicaron el día a día, y en este mal momento, Álvarez volvió a hacerse cargo del timón y no se midió en elogios a los directivos que mantienen viva a la institución. "Temperley es un club muy ordenado y prolijo donde se trabaja cómodo. Una institución con todas las letras", sentenció.

Otro de los protagonistas que charló con la prensa fue Leonardo Di Lorenzo, quién expresó la necesidad que tenia el grupo de cortar la mala racha y poder sumar algunos puntos: "Hicimos un partido inteligente, necesitabamos sumar. Gustavo está hace pocas semanas pero estamos seguro que los resultados van a llegar".

Para finalizar, uno de los estandartes del Gasolero reconoció la falta de gol que mantiene el equipo y le transmitió tranquilidad a la parcialidad celeste. "No creamos tantas situaciones de gol, pero pudimos controlarlo. Que la gente se quede tranquila porque vamos a dejar todo para mantener la categoría", sentenció el mediocampista zurdo.

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