El fútbol argentino hace ya varios años viene transitando una especie de crisis ideológica en cuanto a la forma de jugar, cada vez los directores técnicos duran menos, no se respetan los proyectos, a veces por no sacar los puntos esperados o simplemente falta de tiempo. Mientras que en Europa un técnico dura 3 o 4 años, acá pueden llegar a ser despedidos en menos de 10 fechas del campeonato. Los clubes contratan a cualquier técnico con total de sacar puntos, ya no importa su forma o estilo de juego, ni la ideología futbolística que representa tal equipo.

Una realidad parecida es la que vive el “Cele”, el ex DT, Gustavo Álvarez, pese a los resultados negativos se destacaba por el famoso “buen juego” o el más vistoso. Obviamente poder salir jugando desde tu área te puede acarrear problemas. En aquella permanencia del año pasado, cuando asumió Gustavo faltando tres partidos, su equipo asombraba a los espectadores, aquellos que en las fechas anteriores veían a un Temperley sin salida. Él le pudo dar una identidad de juego, buscando los espacios, saliendo de abajo, entre otras cosas, y así pudo permanecer en la máxima categoría ganándole a rivales muy difíciles, entre ellos goleó a Racing 3-0.

Hoy en día, el conjunto “Gasolero” no logra asociar su juego, no puede mantener la pelota en su poder, ni asimilar sus virtudes con lo que quiere el director técnico, hace varias fechas que los jugadores del “Celeste” no se hallan en el campo de juego, no pueden dar una seguidilla de pases o como se dice en las tribunas “dar tres pases seguidos”.

Haber sacado tan pocos puntos en el torneo, tener 17 goles en contra y tan solo 4 goles a favor marcan una realidad muy negativa para los jugadores “Celestes”, no es solo la falta de gol, sino los pocos puntos, apenas 5 sobre 27 posibles. Los pases de Di Lorenzo, los tiros de Arregui y los desbordes de Figueroa no le alcanzan a Temperley para poder salir de estas rachas negativas.

Uno puede analizar que las oportunidades que generan no las saben aprovechan de la manera correcta, que el conjunto de Turdera siempre empieza de la misma manera, dominando los primeros veinte o veinticinco minutos con varios disparos que se estrellan en los palos o se van por muy poquito y luego lamentablemente parecería que les afecta muchísimo anímicamente esta falta de gol y estas chances generadas que no se pueden concretar.

Por su parte, Gastón Esmerado, ex DT de Guillermo Brown de Puerto Madryn, con otra mentalidad totalmente diferente plantea el saber defenderse y contratacar cuando es oportuno, se podría llamar “un juego más estratégico” y resultadista que el buen trato del balón.

Filosofías diferentes plantean Álvarez y Esmerado, uno pretendía “jugar por abajo” mientras que el nuevo y flamante DT del conjunto de Turdera se basa en saber aguantar los resultados de visitante. Ambas son muy respetables, pero la verdadera historia es que el “Gasolero” necesita sacar puntos como sea.