Si hay alguien a quien el público de Temperley le tiene que estar agradecido, es a Josué Ayala. Sucede que, el arquero viene arrastrando varias buenas actuaciones desde el semestre pasado que le permitieron respirar al Gasolero en reiteradas ocasiones. Y en el último partido ante un Independiente que tuvo una buena cantidad de llegadas al arco, no fue la excepción sino que siguió ratificando esa seguridad con la que suele contar. 

Al respecto Ayala reconoció cual fue la tapada que vio más complicada: "La que atajo doble, porque la primera vez me patea de cerca y le queda el rebote de frente al arco. Gracias a Dios la pude sacar". Lógicamente, fue la atajada de la noche (aunque hubo muchas más): comenzó con un desborde de Sánchez Miño y un centro atrás para Gonzalo Verón, quien entró de frente y remató para que Ayala deje el rebote y luego se lo tape nuevamente con las piernas a Asís. Respondió y pensar que en la semana estuvo en duda debido a que arrastraba una molestia. Encima durante el partido tuvo un golpe en la zona inguinal que implicó que se quedara tendido en el piso unos segundos. Pero nada, Ayala iba a continuar. 

Sin embargo, el salvador manifestó que no se fue del todo conforme: "En el segundo tiempo nos pudimos plantar mejor y sirvieron las atajadas del primer tiempo. Nos vamos con un sabor agridulce porque queríamos cortar la racha de perdedor y sumar de a tres también". Sin duda que el punto que se sumó vale oro para comenzar a aumentar el optimismo pensando en los promedios. Igual, en el complemento el Cele dio argumentos para mantener ese optimismo: "Se pudo ver el Temperley que queremos, el que se está jugando la permanencia en Primera".

Asimismo, el ex Boca de 29 años, expresó los objetivos para lo que se viene: "La idea es llegar a las últimas fechas con posibilidades. Sabemos que nos queda poco tiempo por eso tenemos que seguir mejorando urgente". Igual, si continúa en el nivel demostrado es más que probable aunque el equipo deberá atornillar la eficacia a la hora de definir.