Los equipos que pretenden lograr sus objetivos necesitan a un conductor. A un eje. Al generador de juego. Que la pelota pase por sus pies, que pueda sacarse la marca de encima y pueda tener la lucidez para asistir, la precisión para ejecutar pelotas paradas y la frialdad para definir si está mano a mano. En Tigre hay uno. Se trata de Diego Morales, quien volvió a Victoria tras su estadía en Liga de Quito. Cachete, quien deslumbró a propios y extraños entre 2010 y 2012, y que sigue mostrando esa chispa.

El número 11 fue de lo más destacado en el empate 0-0 contra Atlético Tucumán, lo que fue el último partido de 2016. Diego regresaba al once titular, luego de estar ausente los últimos dos encuentros por un desgarro, del cuál se recuperó en tiempo récord y así lo expresó finalizado el partido, ante las cámaras de Fútbol Para Todos: "Sí, la verdad contento porque pude estar, pensábamos que no iba a llegar, eran 21 días que se cumplieron recién ahora. Por suerte, gracias al cuerpo médico que me pude recuperar. Le mando un saludo grande a Maxi, que me tuvo paciencia, le pedí jugar el último partido y me bancó".

Asimismo, consultado sobre qué balance hace de esta primera mitad de campeonato, reflexionó lo siguiente: "Nos queda un sabor amargo, con el correr de estas 14 fechas tuvimos un andar irregularLas expectativas eran estar un poco más arriba, por lo menos entre los 10 primeros. No se pudo conseguir, nos queda el sabor amargo. Ahora, con el parate, con el receso, habrá que retocar algunas cosas para meter esos partidos que queremos y poder escalar en la tabla".

Para terminar la breve charla con la televisión, Cachete ratificó la voluntad del equipo en salir adelante con Pedro Troglio y en recuperar a los lesionados, un flagelo a lo largo de todo el año: "Sí, lo bancamos. La gente está conforme. La verdad tiene nuestro respaldo. A seguir trabajando, por suerte falta, tenemos un buen plantel como para poder pelear. También hay que mencionar que los lesionados son muchos, también eso recayó un poco en el equipo".

Morales disputó 11 de los 14 partidos del equipo en el torneo, siempre como titular. Sólo faltó por lesión contra Lanús, Aldosivi y Sarmiento. Anotó tres tantos, a Boca Juniors, Olimpo (en Bahía Blanca) y Belgrano. Si bien tuvo altibajos, es el motor y clave en el esquema del entrenador, que lo considera indispensable. En 2017, Cachete espera mejorar números y nivel.