El Matador arrancó 2017 con una seguidilla poco deseable: perdió cinco de los seis partidos que lleva jugados en el año, siendo del único oasis el triunfo agónico 4-3 a San Lorenzo, en el Coliseo, en el debut de Facundo Sava. Antes y después, todas pálidas.

Un equipo que no consigue resultados se debe a dos motivos: escasa efectividad a la hora de encarar en el área rival y un gran défecit para detener a los delanteros rivales. Tigre sumó sólo 21 puntos en 20 fechas, con nueve derrotas, de las cuales siete ocurrieron de la fecha 12 en adelante. Esta caída en picada se fundamenta principalmente en la fragilidad defensiva. 

Tigre lleva 30 goles recibidos en 20 fechas. Sólo Quilmes (31) y Arsenal (37) recibieron más tantos en su valla.

En los tres partidos del ciclo Sava, Tigre recibió nueve goles (tres de CASLA, dos de River y cuatro de Racing), aunque esta flaqueza no es culpa sólo del DT que recién arranca. Viene desde la era de Pedro Troglio, que si bien hilvanó buenas rachas sin perder, la fragilidad en el fondo estuvo a la orden del día, salvo excepciones,con decir que en todo el campeonato, el Matador sólo mantuvo su arco en cero contra Quilmes (3-0) y Atlético Tucumán (0-0). En los otros 18 cotejos, siempre alguna pelota terminó adentro de la propia red.

La defensa actualmente fue cambiando de intérpretes, aunque hoy por hoy sufre más de la cuenta. En el arco, Nelson Ibáñez, que llegó a inicio de torneo y rápidamente le quitó el lugar a Adrián Gabbarini (que se fue). Tuvo buenos partidos, pero ya no brinda la seguridad que antes y tiene un fuerte competidor en el banco: nada menos que el histórico Javi García, que se recuperó de su grave lesión y lleva en su espalda el apoyo popular y grandes momentos en el Matador.

¿Hora de que Javi regrese a la titularidad?

La línea defensiva, tiene en el lateral derecho al capitán Martín Galmarini, con vocación más ofensiva al ser 8 natural. Mucha participación activa en los ataques por la derecha, pero la marca no es su fuerte, aunque ya está habituado a jugar de 4. En la zaga central, Paulo Lima de 2, que si bien es lateral, con Troglio comenzó a defender en la cueva y es de los defensores más regulares actualmente. Sava lo ponderó por encima de Oliver Benítez, que contra San Lorenzo quedó relegado en el banco de suplentes. De 6, Erik Godoy, consolidado en la defensa hace más de tres años, aportando juego aéreo y cuota de gol, alternando buenas y malas. Por último,el lateral izquierdo es Diego Sosa, desplazando a Bruno Urribarri (ya ni concentrado; otra opción es Emiliano Papa). El juvenil rindió mucho más jugando de volante, pero que juegue allí obliga a sacar a Alexis Castro ó Agustín Cardozo, otros canteranos de buen nivel. Ser defensor lo complica, sobre todo en el retroceso, dado que juega en ofensiva constantemente.

Laterales que suben mucho pero fallan en lo defensivo, una zaga central que no se consolida del todo, un arquero que ya no salva partidos como antes (poca ayuda de sus defensores) y errores conceptuales de todo el equipo, desde los volantes a los delanteros. Se pueden reprochar varias cosas de la defensa, sin embargo, todos los jugadores son responsables. Sava recién arranca y heredó un plantel que venía cuesta abajo. La misión, remontar lo antes posible y llegar con más aire a la pretemporada invernal. Y mientras tanto, arreglarse con el material que dispone.

 

 

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