Se viene un plantel prácticamente renovado para la siguiente temporada. La situación lo amerita: muy pocos jugadores se salvaron de la crítica la temporada pasada, y Ricardo Caruso Lombardi quiere otro Tigre para el campeonato que se aproxima.

Llegaron ocho refuerzos y la idea de Richard es que lleguen al menos tres futbolistas más. Esto supone una depuración que ya empieza a hacerse efectiva, con varios jugadores que finalizaron su vínculo contractual el pasado 30 de junio y no se los renovaron. Entre ellos está el lateral derecho Paulo Lima.

El uruguayo de 25 años, si bien en algún tramo del torneo se afianzó (en la zaga central), pero luego cayó en una irregularidad que lo sacó del equipo titular y fue borrado de los últimos dos partidos desde que agarró Caruso. Tuvo sus buenos partidos, de lateral o central, pero la dirigencia decidió no extender su préstamo y volverá a Montevideo Wanderers, luego de 19 partidos jugados en el Matador.

La partida de Lima no supone un gran bache porque no iba a ser tenido en cuenta, pero hay un detalle no menor: ¿quién será el 4 de Tigre? En los últimos cotejos, Caruso colocó de lateral derecho a Erik Godoy, que puede jugar en cualquier sector de la defensa, pero rinde mejor de central. Durante gran parte del torneo, estuvo de 4 Martín Galmarini, quien se acostumbró a jugar de defensor, no obstante, puede explotar mejor sus virtudes en su puesto natural, de 8, bien volcado al ataque y los centros. Son las únicas dos opciones que hoy por hoy cuenta Richard, añadiendo al lateral diestro de la Reserva, Santiago Villarreal, que jugó un partido en Primera con Mauro Camoranesi en 2016. Sin embargo, hay pocas variantes en las bandas. Será cuestión de volver a la improvisación o buscar un 4 que logre afianzarse en Victoria.