El ADN de Caruso, a flor de piel en el plantel que está armando de arriba a abajo en Tigre, que se prepara para jugar su 11º temporada consecutiva en Primera División. Hubo escoba para limpiar a aquellos jugadores que eran prescindibles y hubo llegadas en todas las posiciones y para todos los gustos. Algunos futbolistas reconocidos y que llegan con un buen nivel, otros que son apuestas pero que el DT confía para sacar adelante al Matador.

Este martes se confirmaron dos refuerzos más, que venían trabajando con el resto del plantel en el Hindú Club pero que estaban sin contrato, hasta ahora. Primeramente, puso el gancho el volante Ezequiel Alejandro Rodríguez, proveniente de Atlanta, de 26 años. Con una buena talla (1,87 m) y autor de dos goles en la última temporada de la B Metropolitana, en el Bohemio tuvo la mala fortuna de vivir un episodio fuerte con la barrabrava (agresión física), que fue noticia a escala nacional. El club de Villa Crespo no logró su objetivo de ascender a la B Nacional.

El otro jugador que pertenecerá a Tigre hasta junio de 2018 (aunque aún no tuvo su presentación oficial) es el delantero Lucas Passerini, quien se destacó en Estudiantes de Buenos Aires, también en la B Metro, llegando a la semifinal del Reducido. Tiene sólo 23 años y ya jugó en Quilmes (dos etapas) y Comunicaciones. En el Pincha de Caseros, anotó ocho goles en el torneo pasado y tiene la gran chance de mostrarse en la máxima categoría, en un plantel tigrense con pocos delanteros.

Lista de refuerzos formales (y dorsales) hasta ahora: Julio Chiarini (12), Alexis Niz (4), Hamilton Pereira (6), Matías Pérez García (10), Mathías Abero (16), Manuel González (17), Ivo Hongn (18), Ezequiel Rodríguez (19), Gastón Bojanich (23), Daniel Imperiale (24), Rodrigo Depretris (25), Carlos Rodríguez (26), Jacobo Mansilla (28).