Cuando volvió de la Major League Soccer, en el último mercado de pases, a todo hincha de Tigre se le despertó una sonrisa y los imborrables recuerdos de los goles y gambetas de Matías Pérez García entre 2012 y 2014, sobre todo en las copas internacionales que le dieron prestigio al Matador a nivel sudamericano. Luego de tres años en Estados Unidos, MPG10 volvió al club donde mejor se destacó en su carrera, justo cuando se iba Diego Morales, y se auguraba que el 10 sea la solución de los problemas de juego del equipo. Sin embargo, Caruso Lombardi (pelea vía redes sociales de por medio) lo relegó en gran parte de la Superliga y hubo partidos donde ni siquiera concentraba.

MPG10 no convertía en Tigre desde el Final 2014 (a Rafaela). Lleva 18 goles en el Matador de Victoria.

Con la urgencia de ganar y salir del pozo y el DT, en una de sus últimas fichas, decidió devolverle protagonismo a MPG10 y éste no defraudó. Si bien Tigre no desplegó un fútbol notable como en partidos anteriores (donde tuvo poca suerte), Mati se destacó y fue la figura en la victoria al Pincha: siempre se mostró como opción de pase, estuvo rápido para generar movimientos en zona de tres cuartos de cancha en adelante y ejecutó el penal para poner el 1-0 parcial. El enganche fue conductor y se asoció bien en el complemento con Javier Iritier, autor de la jugada del 2-0 final.

Teniendo a Lucas Janson y Lucas Passerini como receptores en el área rival, y por las bandas a Mathías Abero y Maxi Caire, Pérez García demostró que puede volver al nivel de su primera etapa y el DT, con esta táctica, rodea bien al 10. Fue una tarde que el hincha matador esperaba hace tiempo, y una revancha para el enganche que se perfila para ser titular de ahora en más, aunque sabe que Caruso le pone la vara muy alta.