Luego de una acalorada etapa, donde la temperatura fue muy alta, los pilotos ya están en los campamentos de San Juan, aguardando para largar mañana. En las motos, Joan Barreda Bort fue el ganador a pesar de lo duro que le resulto. Esto decía: "Ha sido un infierno. Veníamos muy cansados, con muchos kilómetros, y era una tortura. Los últimos kilómetros han sido un esfuerzo físico muy fuerte y había que mantener mucho la concentración. Ha sido muy, muy duro. Veníamos cansadísimos y aún faltaban 50 km por una zona en la que trabajas muchísimo”. También agregó: "Nosotros hemos mantenido la calma, pero intentando no despegarnos del grupo de delante. Han ido pasando los kilómetros y, al final, ha sido una muy buena etapa para Honda. Es muy, muy duro, pero buscamos este tipo de etapas y nos preparamos para esto durante todo el año”.

Sin dudas, el calor fue un protagonista que afecto demasiado a los pilotos. El nivel de exigencia del Dakar es algo inigualable en comparación a otras competencias, no sólo por la temperatura elevada, sino también por las dificultades del camino. Mathias Walkner, quien arribo séptimo, también se encontró con la exigencia: "Los primeros 150 kilómetros he ido muy bien y he adelantado a los pilotos que tenía delante, pero el ritmo era rapidísimo. Más o menos en el kilómetro 300, me he perdido… Era mucha distancia para alguien que viene del motocross. La navegación no ha sido difícil, tampoco se podían cometer muchos errores”.

Por otro lado, Ignacio Casale, quien ayer había ganado la primera etapa en cuatriciclos, se topó con la desesperación y pensó en dejar la competencia, esto decía: "Ha sido una etapa terriblemente difícil. La más difícil de mi vida. Pensé en retirarme. Pensé muchas cosas. Se me acabó el agua 100 km antes de llegar. Me deshidraté intensamente y me sentí muy mal. Bajé el ritmo en los últimos 100 km y bueno, esa era la idea: ir tranquilo para llegar”. Complicado y asustado, se tuvo que quedar en la carpa medica para poder hidratarse y finalizar. “Estaba en una situación complicada. Nunca había sentido tanto calor en mi vida”, termina por relatar.

En autos, el ganador, Nasser Al Attiyah, se mostró muy feliz. Pudo obtener revancha de ayer donde fue penalizado por exceder la velocidad en uno de los controles. Más relajado comenta: "Era uno de los puntos clave del Dakar. Ahora ya podemos ir con más tranquilidad hasta la jornada de descanso y la etapa maratón de después. Hoy hemos atacado al máximo, tal y como habíamos planeado”. El resultado es muy satisfactorio para él y su compañero francés Baumel, así lo demuestra: “Ahora, a ver qué nos depara el día a día. Hemos hecho un buen trabajo, pero aún nos queda mucho por delante”.

Giniel De Villiers, piloto del Toyota Imperial Team South Africa, escoltó a Al Attiyah y se mostró contento con el trabajo hecho, aunque ha sido difícil como para todos los pilotos: “Ha sido una etapa muy dura, sobre todo la segunda parte, en la que había mucho fesh-fesh. Además, ha sido estresante porque había que ir adelantando a las motos con una visibilidad muy reducida. Aun así, para nosotros ha sido una jornada muy buena y estamos contentísimos de estar aquí”. De Villiers resalta el tema de los sobrepasos a las motos, que fue un tema que afecto a muchos pilotos.

El argentino Orlando Terranova no tuvo una jornada muy buena. Diez kilómetros antes de la meta volcó su Mini. "Todo iba bien hasta diez kilómetros antes de meta. Íbamos sin forzar porque teníamos un problema de temperatura con el radiador, y de repente el coche ha volcado y hemos dado 4 vueltas de campana”, explica el mendocino que ayer gano la primera.  “Eso sí, la carrera aún no ha terminado”, concluye.

El Dakar continuara mañana con la tercer etapa que unirá San Juan con Chile, con un especial de 220 kilómetros para motos y cuatriciclos, y 284 km para autos y camiones.