Los mejores equipos femeninos del 2015 regalaron tres días a puro handball. Vi.Lo. se vistió de gala para recibir una auténtica fiesta, con tribunas llenas en casi todos los partidos. Ferro, Estudiantes, Luján, Mariano Acosta, Cideco, Sedalo y las locales ofrecieron un juego vistoso y entretenido, que ratifica el buen momento de la rama femenina.

Lo mejor

El clima que se vivió en Vicente López. Las gradas colmadas de amantes del handball y de chicas de inferiores que pudieron ver en cancha a jugadoras de la talla de Valeria Bianchi, Victoria Crivelli o Manuela Pizzo. En la previa a Río 2016, nada mejor para las chicas de La Garra que comenzar a sentir el cariño que se han ganado.
También hay que destacar la alta intensidad de los partidos. En una época complicada para desplegar el buen juego, los equipos compensaron con su gran entrega.

Lo peor

La lesión de Florencia Dieguez durante el primer día de competencia puso el foco en una falla grave en la organización de uno de los torneos más importantes del país. La jugadora de Cideco sufrió una doble fractura de cúbito y radio y debió permanecer media hora en el piso, esperando por una ambulancia. Severo llamado de atención para los organizadores, que deben garantizar la seguridad de los jugadores.

La sorpresa

Agustín Orqueda señalaba en la previa del torneo las dificultades con las que se encontraba para armar el plantel de Estudiantes de La Plata. La imposibilidad de incluir a Magui Decilio se sumaba a ausencias de peso como la de Yesmil Verón. A pesar de estos obstáculos, el Pincha presentó un plantel muy competitivo, apuntalado por sus dos pilares: Rocío Campigli y Manuela Pizzo. Pero las chicas de La Garra fueron muy bien acompañadas por Macarena Piccinini en el central, Luciana Cáceres y Ailín López en el arco y Melani Tomiello en la defensa. Todo el equipo de La Plata rindió una prueba de carácter y aprobó con creces, a pesar de la derrota en la final.

Destacable es también el trabajo de Mariano Acosta. Impulsado por las indicaciones de Leticia Brunati desde el banco, se metió en el Super 4 por primera vez en su historia y demostró que está para pelear grandes cosas. Con un mayor tiempo de trabajo, las hermanas Picerno, Arancio, Bolling, Rossini y compañía darán mucho que hablar en el handball local.

La confirmación

Luján siempre está. Con Bianchi como bandera y estandarte, el equipo de Capurro dio pelea y se quedó con un meritorio tercer puesto. No faltaron los goles de Cynthia Soja, las atajadas de Romina Dreisch y las apariciones de Rocío Ocanto. Buen comienzo de año para Luján que aspira a quedar en los primeros puestos en el torneo local.

El futuro

Ferro llegó al Super 4 para demostrar por qué es uno de los mejores equipos en la historia del handball femenino nacional. Tras su póker de títulos en el 2015, se adueñó con autoridad del único trofeo que faltaba en su nutrida vitrina. Así, se convirtió en el primer equipo en ostentar el mote de campeón cinco veces en un año.

Ferro, sin dudas, es el presente. Pero también es el futuro. En la semifinal ante Mariano Acosta, el Verdolaga terminó con las hermanas Carbia en cancha, Lusarreta marcando como tres defensivo y Vanesa Romero haciendo su debut y dejando su arco en cero. Ferro es futuro porque tiene un proyecto y un estilo de juego. Gustavo Sciglitano comanda un cuerpo técnico que sabe lo que quiere ver en la cancha y que convenció a sus jugadoras para desplegar esa velocidad y potencia en el 40x20. La Locomotora del Oeste no encontró rival capaz de frenar su marcha. ¿Se prolongará la hegemonía verde? Mientras tanto, sólo podemos decir una cosa: Ferro, gracias por el handball.