Terminó la penúltima fecha del Panamericano y dos pasajes a Eslovaquia aún no tienen dueños. Como un aditivo de suspenso, tres países siguen respirando. Con cuatro puntos acumulados, la Argentina está obligada a no caer frente a Uruguay y así asegurarse el boleto en el bolsillo.

El viernes por la tarde, las juveniles albicelestes no pudieron contra unas brasileñas arrasadoras, que no pierden ni un pase y siguen invictas en la punta. Así, las dirigidas por Giselle Pintos se acomodan terceras en la tabla, a dos puntos por debajo de Paraguay y a solo uno por encima de Uruguay y Chile.

El último obstáculo decisivo para el equipo nacional serán las charrúas, con quienes se enfrentará este sábado a las 16 horas. Las orientales, para garantizarse un lugar en el Mundial, necesitan sí o sí una victoria. En caso contrario, deberán esperar el resultado del partido entre Chile y Canadá.

Las locales, que dieron su último manotazo de ahogado, lograron derrotar a las paraguayas por 31 a 24. De esta manera, suman tres puntos, igualan la situación de Uruguay y dependen de los otros. Tras el partido de Argentina, con el cual estarán expectantes, buscarán otro festejo frente al equipo de América del Norte, a las seis de la tarde.

Las canadienses, por su parte, cayeron ante Uruguay 34 a 11 y, por el momento, volverán a su casa con las manos vacías.

Brasil y Paraguay serán el broche de oro del torneo. Con sus valijas ya preparadas para Eslovaquia, definirán quién se quedará en lo más alto del podio, a las 20 horas. Solo una derrota destronaría a las brasileñas de la punta, quienes lideran la tabla solitarias con ocho puntos.

En el caso de que Paraguay pierda y Argentina gane, queda abierta una pequeña puerta para que esta última alcance la medalla de plata.

Solo queda un día de handball en este Panamericano y lo único asegurado son dos de los cuatro lugares para el Mundial de julio. Nadie quiere faltar a la cita del torneo juvenil más importante del mundo y batallarán, en el último aire que les queda, para alcanzarlo.

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