¡Qué viva el handball, señores! River y Taubaté ofrecieron un vistoso espectáculo para el numeroso público que se acercó en la tarde del viernes a Ballester. Los de la banda roja no se amedrentaron ante el poderío brasilero y salieron a plantarle cara al tricampéon panamericano.
El Millonario salió con una 6-0 con mucha movilidad. Adrián Portela y Francisco Schiaffino se turnaban para salir a presionar a la primera línea brasilera, intentando evitar así el lanzamiento externo. En la fase de ataque, River dependió mucho en el primer tiempo de Juan Manuel Vázquez, el único que logró vulnerar a Maik en los primeros minutos. En ambos lados de la cancha, se jugaba cada pelota como si fuera la última. Por primera vez en el torneo, Taubaté se encontraba con dificultades a la hora de convertir. Gabriel Canzoniero aportó su cuota desde el arco para mantener la ilusión riverplatense. Sin embargo, cerca del final del primer episodio, los dirigidos por Sznitowski sufrieron la exclusión de Lucas Grandi y de Fabrizio Casanova. Los brasileros no perdonaron y aprovecharon todos los espacios. Esa diferencia sería fundamental en el desarrollo del encuentro. Brafante clavó un misil de bajo-cadera segundos antes de que sonara la chichara: 15-9 fue el resultado del primer parcial.
Taubaté no se relajó y salió decidido a liquidar el encuentro en el segundo parcial. River intentó abrir su defensa para recuperar algunas pelotas, pero se encontró con la efectividad de jugadores como Andre Ribeiro, quien no dejó pasar ninguna oportunidad para celebrar a viva voz las buenas defensas de su equipo. Además, la gran sincronización de los brasileros con su pivot, Vinicius Texeira, fue vital para romper el bloque defensivo riverplatense. Si bien no logró achicar la diferencia, el Millonario se mantuvo a una distancia prudente en el marcador, a pesar del recambio de jugadores que llegó con el correr de los minutos. Lucas Grandi, a quien River extrañó mucho en el primer tiempo, se reencontró con el gol durante la segunda mitad. Además, dejó muy buenas sensaciones el ingreso de Mihail en el arco de la banda. River culminó el encuentro con muchos chicos en cancha: sin ir más lejos, Iván Dottori,  junior, terminó comandando el ataque. Por eso, el resultado final (33-25) quizás sea sólo anecdótico. El Millo tendrá su gran batalla ante Pinheiros. Pensando en eso, le vino muy bien la rotación.
Tras el encuentro, Vinicius dialogó con Vavel.com y elogió la intensidad defensiva del rival: "Cualquier equipo argentino es muy duro. Pero es un juego que nos gusta enfrentar. Estamos acostumbrados al juego duro, aunque nos causó bastantes problemas". Además, el jugador de Taubaté aseguró que encararán el próximo partido "como si fuera una final. Para ser campeones, hay que ganarle a todos. No sé si ganaremos el torneo, pero trabajamos muy duro durante todo el año para lograrlo".

VAVEL Logo
Sobre el autor