El duelo paulista tuvo lugar en Buenos Aires, y regaló un espectáculo único al público de SAG Ballester. Taubaté buscaba defender el título conseguido en el 2013, 2014 y 2015. Pinheiros, que disputó seis finales de este torneo, perseguía el sueño de levantar su segunda Copa y quería la revancha ante el conjunto que, en tres oportunidades, le quitó el primer puesto. Ambos equipos llegaban invictos, y en su último encuentro hace dos semanas, Taubaté ganó por la mínima.

Antes del inicio del encuentro, se apreció una particularidad: el arquero del seleccionado brasilero, Maik Santos, no era titular en Taubaté. Sin embargo, esto no fue un obstáculo para que su equipo ganara por 5 a 1 en los primeros 9 minutos. Los sensacionales bloqueos de Vinicius Teixeira y Andre Ribeiro, que contuvieron tres disparos al arco del goleador del torneo, Leonardo Dutra Ferreira, sumados a las atajadas de Luiz Nacimiento, produjeron que Hortelan pidiera el tiempo muerto jugados 10 minutos.

Al reanudarse el partido, Pinheiros se acercó en el tablero: un parcial de 6 a 4 parecía prometedor, pero se erguía un gigante en el arco de Taubaté. A falta de 8 minutos para el final del primer tiempo, cuando el tanteador estaba 10 a 5, Luiz tenía una efectividad del 70 por ciento; si la presencia de Maik en el banco de suplentes daba esperanzas al rival, las manos de Luiz las destruían. La primera mitad finalizaba 14 a 8 a favor del defensor del título, y se esperaba un segundo tiempo que prometía ser apasionante.

La segunda mitad tuvo un arranque demoledor: a los 6 minutos del comienzo, Taubaté se ponía 8 arriba en el marcador. Sin embargo, Pinheiros no se daba por vencido, y a falta de 13 minutos para el final, con dos goles de Rudolph Hackbarth, la diferencia se achicó a 22 a 18. Este parcial motivó que Luiz le dejara el arco a Maik, que ingresó ovacionado por el público. En su primera intervención tapó un misil lanzado desde los 6 metros, y comenzaba un duelo particular en los arcos: en uno, el gigante arquero del seleccionado, que parece infalible; en el otro, su hermano mayor, que registró su mayor cantidad de atajadas en los momentos en que el tablero estaba más ajustado. A 5 minutos del final, mediante dos atajadas consecutivas desde 6 metros, Marcos Santos mantuvo el parcial de 25 a 21.

A falta de 4 minutos para el final, Pinheiros comenzó la marca personal en toda la cancha, en busca del milagro. Taubaté supo aprovechar la situación y se alejó dejando un resultado final de 28 a 23. Los jugadores se desahogaron en gritos de triunfo, luego de cinco días de demostración de un altísimo nivel de handball, y levantaron la Copa que los clasificó al Mundial de Clubes. Aplaudido por los rivales, por el público argentino, por su hinchada, y hasta por los jugadores del New York City Handball Club, Taubaté cerró un torneo espléndido que convocó incluso al entrenador del seleccionado brasilero, Jordi Ribera. Alegría não tem fim.