Colombia venía de una remontada histórica. No sólo había conseguido su primer triunfo en el Panamericano, sino que lo había hecho tras ir perdiendo por seis goles. Por su parte, Puerto Rico llegaba con dos victorias bajo el brazo, la sensación de haberle dado pelea a Uruguay y las ganas de sumar otro triunfo para buscar el tercer puesto del grupo.

Si se podía pensar que los cafeteros entrarían motivados por demás luego del histórico partido del miércoles, los primeros minutos bastaron para demostrar que la realidad estaba muy lejos de eso. El equipo de Juan Yepes salió a la cancha totalmente desconcentrado y tardó mucho en meterse en partido. Puerto Rico no tuvo piedad con el conjunto amarillo. El 5-1 intenso propuesto por los boricuas bastó para provocar varias pérdidas consecutivas de los colombianos. Lo que siguió, es libreto conocido: velocidad pura en los pies de jugadores como Joshua Mercado y Jorge Nazario para convertir esas pérdidas en goles. Así llegó un inesperado pero justo 6-0 en el marcador. El llamado del entrenador desde el banco cafetero modificó sólo un poco las cosas: algunos ajustes en la intensidad defensiva complicaron al ataque de Puerto Rico en el posicional, pero no influyeron en el resultado, ya que los goles llegaban por otra vía. Lo que sí cambió fue la suerte colombiana, que comenzó a encontrar la red a través de los lanzamientos externos, logrando achicar la diferencia a sólo tres goles. Duró poco la alegría: Pascual Pacheco comenzó a sumar atajadas y los de Yepes intentaron abrir la defensa para recuperar pelotas. El 3-2-1 no dio grandes resultados: Puerto Rico maneja bien la pelota y aprovecha los espacios. De esta forma, el final del primer tiempo encontró a los boricuas con una ventaja de ocho goles.

Colombia intentó emular la histórica remontada del miércoles. Con una actuación descollante de Santiago Mosquera (10 goles), consiguió recortar la diferencia de nueve tantos a cinco. Sin embargo, Puerto Rico no es Paraguay: si bien flaqueó por momentos, no dejó que los cafeteros se acercaran mucho en el marcador. Además, supieron resolver muy bien el 4-2 (por momentos 3-3) que Colombia utilizó para entorpecer el ataque. Lejos de eso, abrió espacios para que los boricuas aprovecharan en el lado derecho de la cancha.

Más allá del resultado final (34-26 a favor de Puerto Rico), se deben rescatar las actuaciones más que interesantes de jugadores como Héctor Hiraldo y Orlando García. Con tres triunfos en el bolsillo, jugadores rápidos y fuertes en el 1-1, Puerto Rico promete seguir regalando buenas actuaciones en lo que resta de la competencia.