El Tiburón de Baltimore sigue haciendo posible lo imposible. Con 31 años de edad, con menos pruebas de lo acostumbrado, lleva una eficacia del cien por ciento, es que ganó la medalla de oro en las tres competencias en las que participó. El público dudaba de sus capacidades cuando el lunes por la mañana quedó quinto en la clasificación, y segundo en la semifinal por la noche. Michael Phelps ya había ganado su primera dorada de los Juegos el domingo, en la posta 4x100 metros libres. Phelps este martes tuvo una doble prueba. Una en su especialidad, mariposa, disciplina en la que parece volarc como tal, en las cristalinas aguas de los natatorios. Por la noche debía competir en los 200 metros, y tan solo una hora después, la posta 4x200 libres. El histórico nadador buscaba escribir una página más en su libro.

A las 22:28 comenzó la competencia, el estadounidense parado en el cubo cinco, a su lado el sudafricano Chad Le Closs, quien le arrebató el oro de esta misma pasada en Londres 2012. Se escuchó el clásico “Take your marks” y nadadores al agua. En los primeros 50 metros, con un parcial de 24:85 se posicionaba segundo, tras la vuelta simple, sacó ventaja con su magnifico sub-acuático, ventaja que no iba a perder. La diferencia era cada vez mayor, hasta los últimos 25 metros, donde Masato Sakai y el joven Tamas Kenderesi, se pusieron a la par. Finalmente con la punta de los dedos alcanzó a tocar la pared antes que sus contrincantes. Ganó por cuatro milésimas, y con un tiempo final de 1:53:36  llegó a su oro número 20.

Exhausto, casi sin tiempo de pensar en relajarse, se vio nuevamente en la orilla de la pileta del Estadio Acuático Olímpico. Pero no estaba solo, lo acompañaban sus fieles gladiadores. Connor Dawyer, Francis Haas y el segundo mejor nadador norteamericano, Ryan Lochte para la prueba de 4x200 metros libres. Partieron en ese orden, uno tras otro completando su prueba. Dominando de principio a fin para que El Tiburón siga escribiendo su leyenda. Para que, con un tiempo de  7 minutos y 66 centésimas de segundo, tres segundos por debajo del segundo, el equipo estadounidense conquiste un nuevo título. Michael Phelps alcanzó el Black Jack dorado, y suma un total de 25 medallas olímpicas, 21 de oro.

Michael Phelps se grabó nuevamente en lo más alto de la historia de la natación, en lo más alto del deporte olímpico. Aún le quedan dos competencias para estirar su brecha. El miércoles nadará en la clasificación de los 200 combinados, y el jueves en los 100 metros mariposa, con esperanza de medalla y un nuevo record.