Esta historia no comienza en 1896, sino en el año 776 a.C, cuando oficialmente nacieron los Juegos Olímpicos de la antigüedad. En la ciudad griega de Olimpia, una sola prueba constituyó la primera edición de esta fiesta deportiva: una carrera de 192,28 metros, ganada por Coroebo, un simple cocinero de la región.  A raíz de esto,  los Juegos se consolidaron y, en sus siguientes ediciones, más atletas del país heleno se sumaban a este grandioso evento. Otro de los grandes cambios fue la incorporación de más modalidades de carrera: dos estadios (diaulio, 385m), cuatro estadios (769m), ocho (1.538m) y 24 (dólico, 4.614m) y mas disciplinas como el Pentatlón, la hoplitidromía, el pugilato y las cuadrigas tiradas por caballos. En el siglo IX a.C, los reyes Ifitos de Élide, Cleóstenes de Pisa y Licurgo de Esparta establecieron la tregua olímpica, la cual suspendía todo tipo de acciones bélicas durante los días que se llevase a cabo los Juegos.

Esto se extendió hasta el año 294 d.C, cuando, tras el aumento de poder de los romanos en Grecia, el emperador Teodosio I decretó la abolición de los Juegos porque, según un obispo de Milán, eran inmorales, promotores del ateísmo y eran considerados paganos.

Muchos años más tarde, Pierre de Fredy, más conocido como el barón de Coubertin, tuvo la brillante idea de restaurar este torneo, para fomentar el deporte a escala mundial con fines educativos. Intentando convencer a todos, viajó alrededor del mundo hablando de paz y comprensión entre los hombres, mezclándolo con una palabra en particular: Deporte. Luego de mucho esfuerzo, en la última sesión del Congreso Internacional de Educación Física que se celebró en la Sorbona de París, en junio de 1894, se decide instituir los Juegos Olímpicos.

Pierre de Fredy

Ese mismo año, Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional y nombró a Demetrios Vikelas, un empresario griego que se hizo cargo de todos los gastos que demandaron la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos, como el presidente de este nuevo organismo. Con la idea concretada, quedaba determinar donde se desarrollarían los Juegos y como conseguirían el dinero necesario para financiarlos. Coubertin propuso Paris y el año 1900 para la primera edición, pero se decidió, tras la propuesta de Vikelas, que se celebrasen cuatro años antes en Atenas, como homenaje a Grecia, el país que los había creado. Los Juegos Olímpicos volvían a Grecia luego de 1502 años. Otro de los grandes contribuyentes fue George Averoff, quien accedió a pagar la restauración del Estadio Panathinaiko, donando cerca de un millón de dracmas.

Todo estaba listo para dar un nuevo comienzo a esta competencia, y así fue: entre el 6 y 13 de abril de 1896, se dio inicio a la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos. Para la misma se presentaron 176 atletas de 12 países, que compitieron en nueve deportes y 43 disciplinas.
¿Quién fue el primer deportista en consagrarse campeón? James Connolly, de Estados Unidos, al ganar fácilmente la prueba de salto triple, con un registro de 13.71 metros.

El gimnasta alemán Hermann Weigartner fue quien obtuvo más medallas en Atenas con un total de 6 (3O, 2P, 1B). Sin embargo, su compatriota Carl Schuhmann fue quien gano más oros (tres en gimnasia y uno en lucha grecorromana).

El maratón, la prueba más importante de todo Juego, fue ganada por un corredor griego desconocido, pero que a partir de ese día se convirtió en leyenda: Spiridon Louis.

James Connolly y Spiridon Louis

A raíz de este 120 aniversario, y teniendo en cuenta que este año se disputarán los Juegos de Río 2016, VAVEL Argentina escribirá una nota semanal contando la historia de cada Juego Olímpico, enfocándose en cómo se desarrolló, la participación argentina, los atletas más destacados y algunos hechos curiosos que hacen que un  Juego Olímpico sea la competencia deportiva más apasionante, importante y emocionante en la historia de la humanidad.