De vuelta a los Estados Unidos, los Juegos Olímpicos de Los Ángeles estuvieron marcados por la Gran Depresión, por lo que la participación de países y deportistas cayó notablemente. Participan 1.408 atletas (1.281 hombres y 127 mujeres) de 37 países, que compiten en 117 eventos.

Por primera vez se crea una Villa Olímpica, aunque es exclusivamente para los hombres, mientras que las mujeres son hospedadas en hoteles de lujo.
Una de las grandes innovaciones es la implementación del photo finish y el cronometraje automático en los eventos de pista del atletismo. Por primera vez, los deportistas que finalizaban en los tres primeros puestos se subían al podio, donde se izaban las respectivas banderas de los países triunfales y se oía el himno del ganador del oro.

A pesar de la poca participación de los países, el nivel es muy alto y se llegan a igualar y superar 18 récords mundiales. Carl Westergren, policía sueco, gana dos medallas de oro en lucha libre y grecorromana. El japonés Kusuo Kitamura, de solo 14 años, gana el oro en los 1.500 metros y se convierte en el hombre más joven en ganar una presea olímpica. la estadounidense de 18 años, Mildred Didrikson gana en 80 metros con vallas, lanzamiento de jabalina y salto en alto, y la nadadora Helene Madison, quien se adjudica tres medallas de oro en 100m Libre, 400m Libre y los relevos 4x100m Libre.
La polaca Stanisława Walasiewicz gana los 100m llanos cronometrando 11s9. Tras su fallecimiento en 1980, la autopsia reveló algo insolito: Walasiewicz no era una mujer, sino un hombre.

Participación argentina:

Apenas 36 deportistas viajaron a los Estados Unidos para participar de los Juegos Olímpicos. Compitieron en atletismo, boxeo, esgrima, natación, pesas y tiro y obtuvieron cuatro medallas (3O, 1P).
La actuación más notable, y que quedó en la historia del atletismo argentino, fue la consagración de Juan Carlos Zabala en la maratón. Apodado El Ñandú criollo, el rosarino de 21 años se impuso en la prueba madre de los Juegos Olímpicos con un tiempo de dos horas, 31 minutos y 36 segundos, estableciendo un nuevo récord olímpico. Zabala partió desde el Estadio Olímpico el 7 de agosto, y a falta de cuatro kilómetros para finalizar la carrera, recuperó la delantera para no soltarla más y transformarse en uno de los iconos del deporte argentino.

Las otras tres medallas vinieron nuevamente a través del boxeo. Santiago Lovell, apodado El Terror de Dock Sud, venció en la final de los pesos pesados al italiano Luigi Rovati por nocaut y obtuvo el primer oro de la delegación.
En peso pluma, Carmelo Robledo obtuvo el segundo oro al derrotar, por puntos, al alemán Josef Schleinkofer.
Finalmente, Amado Azar, en peso mediano, cayó en la final ante el local Carmen Barth, quien lo venció por puntos.

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