Ser el fichaje más caro de la historia de River conlleva una gran responsabilidad, más aún cuando la presión mediática y la competencia interna juegan roles vitales. Marcelo Gallardo siempre quiso contar con Lucas Pratto, desde 2014, y cuatro años después le dieron el gran gusto, y el Oso se calzó la banda roja. El Muñeco se jugó por el ex Vélez, incluso por encima de Ignacio Scocco, autor de 21 goles en menos de una temporada, incluyendo en la final ante Boca Juniors.

Además del elevado precio por su fichaje, Pratto estaba siendo observado de reojo debido a que no plasmaba en la red como se pretendía a esta altura del año. Su único tanto había sido ante Godoy Cruz, remontando una desventaja de dos goles, además de una asistencia de taco a Rodrigo Mora. Ese había sido su mejor partido, pero antes y después, entre Superliga y copas, el arco se le había cerrado, en contraste con Scocco, que siendo suplente, entró y cerró la final de la Supercopa Argentina y días después, en un puñado de minutos, el ex Newell´s anotó un doblete para ganarle a Belgrano. Más presión para el Oso, que aprovechó el receso del fin de semana pasada para acondicionarse en lo físico.

River viene en franca levantada, tanto anímica como futbolística, con la Supercopa Argentina ganada nada menos que en un Superclásico. El Millo sumó 10 de los últimos 12 puntos en juego en la Superliga y encadena cuatro triunfos al hilo. Y ayer, ante Defensa y Justicia, un equipo fuerte de local y competidor directo para ingresar a la Sudamericana 2019, River mostró otra buena versión, con muchas llegadas, con Pratto como protagonista: tuvo una ocasión inmejorable en el primer tiempo, al recibir un regalo de la defensa en la medialuna del área, que se fue apenas desviado. Seguía negándosele el gol...

El cuadro de Núñez, de tanto insistir, se fue al descanso en ventaja, dando vuelta el marcador, y en el complemento, a los 8 minutos, Pity Martínez, la gran figura del momento, le entrega el balón limpio para que Pratto, de primera y ganando la marca, ejecute a Unsain con un derechazo que tuvo rosca y se metió en el ángulo. Un verdadero golazo, digno del primer River de Gallardo, para que el Oso se saque la malaria y festeje un tanto merecido para él.

Además del gol, Pratto siempre colaboró con la generación de jugadas y espacios, aprovechando las subidas de Pity y el esfuerzo de Mora, con quien se complementa mejor que con Scocco. Le faltaba solo el gol para adquirir esa cuota de confianza que todo delantero necesita, aún sin las marcas extraordinarias de Nacho. Gallardo entiende que su refuerzo estrella tiene que convertir, de eso no hay duda, pero el interesa más que su elenco disponga de las herramientas futbolísticas para la generación de chances de gol sin la dependencia única de un jugador. Su dupla es Pratto-Mora, aunque en un mes tan cargado, Scocco y Rafael Borré también van a tener protagonismo. Todos tienen que estar amigados con la red.