La historia vuelve a reescribirse en letras doradas para estos gigantes Pumas que volvieron a aplastar a su rival mostrando una increíble capacidad ofensiva. Claro que con una laguna importante que hizo asustar a más de uno pero este seleccionado está destinado a agrandarse en las difíciles. Con un enorme trabajo de los backs y un scrum invencible, Argentina no dejó dudas ante un Irlanda que no pudo hacer más que mantenerse a tiro hasta diez minutos del final.

Los Pumas arrancaron como verdaderas bestias un primer tiempo en el que tuvieron 25 minutos haciéndole vivir un infierno al seleccionado irlandés en que tomaron una ventaja de 17 puntos gracias a dos tries (Matías Moroni y Juan Imhoff) más las conversiones y un penal de Nicolás Sánchez. Sin embargo, el seleccionado del trébol reaccionó tras verse vapuleado por el equipo de Hourcade y marcó diez puntos para irse al descanso 20 a 10 abajo.

¿Cómo no aterrarse cuando en el inicio del segundo tiempo los irlandeses atacaban con toda su potencia y el equipo parecía no tener respuesta? El trébol arranco el complemento avasallando a y estando toda la primera parte de este a solo tres puntos de Argentina. Sin embargo, tras un penal de Sánchez y los 6 puntos de luz, volvieron los tries al equipo de Hourcade de la mano del fullback Joaquín Tuculet y de Imhoff.

Festejen señores, despéguense de su asiento para abrazarse con el amigo, con el hermano, el padre o la madre en su día. Puede decirlo, Hourcade y Creevy le dan permiso pero eso sí, grítelo fuerte, Los Pumas están en semifinales del mundial de Rugby y cumplieron el objetivo de jugar los siete partidos. Claro que las palabras de todo un pueblo las sintetizó perfecto un hombre, ya lo dijo Tuculet, “Ahora vamos por todo”.