Tras más de seis meses de espera, el Super Rugby está de vuelta. Se extraño, pero aquí está. Se viene un torneo que puede ser bisagra para la Argentina. Jaguares, su único equipo en la competición, no tuvo un buen primer año pero llega al 2017 con la cabeza puesta en la parte alta de la tabla de posiciones. Para ello, el elenco conducido por el rosarino Raúl Pérez deberá dar un giro de 180 °. No podrán repetir los errores del 2016 -mala toma de decisiones e indisciplina, por nombrar dos de los tantos elementos a tachar-, y lo saben. Tienen con qué dar pelea. ¿Es absurdo imaginar que pueden llegar a los cuartos de final? No, pero deberán dejar en claro que han aprendido de los yerros cometidos en su primera travesía.

Más allá de Jaguares, el eje para la prensa albiceleste, el Super Rugby tiene a 17 franquicias más que sueñan noche a noche con el mismo objetivo: levantar el trofeo que entregará SANZAAR el sábado 5 de agosto ¿Será en Argentina, Australia, Japón, Nueva Zelanda o Sudáfrica? Hoy, a horas de que Rebels y Blues protagonicen el partido inaugural, es una incógnita. Todos quieren ‘tocar el cielo con las manos’, desde Hurricanes -último ganador- hasta Kings y Sunwolves -últimos en la clasificación general-.

Está claro que las franquicias kiwis son las grandes favoritas para llegar al cotejo decisivo. Sus cinco equipos -Blues, Chiefs, Crusaders, Highlanders y Hurricanes- tienen posibilidades de alzar los brazos al final de la temporada. Saben qué significa ganar el Super Rugby, lo cual es un peso extra a la hora de inclinar la balanza. Por detrás de los representantes de Nueva Zelanda aparece Lions, víctima de los ‘Canes en la final celebrada en agosto último. Los dirigidos por Johan Ackermann mantuvieron a sus mejores hombres y tienen un esquema de juego aceitado que les permite plantarse cara a cara con la premisa de adueñarse del protagonismo en el hemisferio sur. Stormers, ya sin Schalk Burger ni Vincent Koch, intentará dar el gran golpe. Tienen jugadores de élite como para conseguirlo -Eben Etzebeth, Pieter-Steph du Toit, Damian de Allende y Cheslin Kolbe, cuatro de ellos- pero saben que corren desde atrás. Por el lado de los australianos, Brumbies -sin el medio scrum argentino Tomás Cubelli, afectado por una lesión en el tendón rotuliano que le demandará, como mínimo, cuatro meses de recuperación- y Waratahs son los que mayor expectativa generan a lo largo y ancho del país oceánico.

El show está por comenzar. Usted, desde su casa -o, en algunos casos, desde las gradas-, simplemente siéntese a disfrutar. El rugby del sur, para muchos el más vistoso del planeta, está por ofrecernos su primer gran espectáculo del año. ¿Quién celebrará el 5 de agosto?

A tener en cuenta: el Super Rugby está compuesto por 18 franquicias, de las cuales seis representan a Sudáfrica (Bulls, Cheetahs, Kings, Lions, Sharks y Stormers), cinco a Australia (Brumbies, Force, Rebels, Reds y Waratahs), cinco a Nueva Zelanda (figuran más arriba), una a Japón (Sunwolves) y la restante, Jaguares, a la Argentina. Crusaders, con siete títulos en su haber, es el mayor ganador desde la creación del torneo, en 1996. La última final la disputaron Hurricanes y Lions, con triunfo del primero de ellos y, en consecuencia, primera copa para su vitrina. Jaguares, con Agustín Creevy como capitán, ingresó a la competición en 2016. Como en la última temporada, la primera con 18 franquicias, el certamen se dividirá en dos grandes grupos: Australasia (Australia y Nueva Zelanda) y Sudafricano (Sudáfrica, Argentina y Japón). De allí saldrán los ocho clasificados para los cuartos de final. Para el 2018, según varios medios especializados, el formato podría sufrir modificaciones. ¿En qué cambiaría con respecto a este 2017? Serían 15 ó 16 franquicias. Saldrían, a priori, Kings y Force. Si se elimina una tercera, Cheetahs será el perjudicado.

Tres jugadores a tener en cuenta, según la propia mirada de VAVEL: Jordie Barrett (Hurricanes), Tim Nanai-Williams (Chiefs) y Rieko Ioane (Blues). El primero de ellos, el menor del terceto que completan Beauden -compañero suyo en la franquicia con base en Wellington- y Scott -segunda línea con presente en Crusaders-, viene pidiendo pista desde la Mitre 10 Cup, donde sobresalió con Canterbury. El pasado fin de semana, en Brisbane 10´s, dio señales sobre lo que puede ofrecer en su primera temporada en el Super Rugby; Nanai-Wiliams, por su parte, vuelve a suelo kiwi tras su paso por la Top League de Japón, liga en la vistió la indumentaria de los Ricoh Black Rams. El elusivo back que juega para Samoa a nivel internacional regresa para depositar a los de Hamilton en los primeros planos. Con jugadores como Damian McKenzie, Shaun Stevenson -otro talentoso adolescente para vigilar atentamente-, Anton Lienert-Brown, Charlie Ngatai y James Lowe a su lado, todo es posible; por último, Rieko Ioane -hermano de Akira-, un joven que con tan solo 19 años ya ha debutado con los All Blacks, y hasta consiguió apoyar un try con la camiseta negra -fue en el éxito ante Italia, en la última ventana de noviembre-. También mostró sus dotes en el juego reducido, con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro como principal vidriera.

El favorito: Hurricanes. Con dos de los Barrett en su nómina más la reincorporación de Nehe Milner-Skudder, entre tantas otras figuras, los de la capital neozelandesa se llevan todos los números para retener la corona. Sus cuatro coterráneos y Lions, con el capitán Warren Whiteley y Elton Jantjies como principales caras, sus principales amenazas.

La sorpresa: Jaguares. Bah… ¿Tan sorpresa? Para algunos, sí; para otros, no. En este segundo año en el Super Rugby, los albicelestes aprovecharán el hecho de tener un calendario ‘más accesible’ y se harán fuertes en Vélez, su hogar. Conseguir victorias en territorio sudafricano, clave si quieren meterse entre los ocho mejores. Si no hay tropiezos inesperados, Argentina tendrá representación en los playoffs.

La decepción: Brumbies. Sin el lesionado Cubelli ni David Pocock (sabático), los de Canberra tendrán un 2017 en el que van a vacilar de lado a lado sin interrupciones. Tampoco contarán con Matt Toomua ni Joe Tomane, quienes actualmente están en Europa. ¿Otra más? La partida de Stephen Moore, capitán hasta el último año. Christian Leali’ifano, quien se recupera del trasplante de médula ósea que le realizaron tras ser diagnosticado con leucemia, tampoco estará dentro de las canchas, aunque sí colaborará fuera de la cancha con el cargo de ‘subcapitán’.

Esto fue solo la introducción al Super Rugby. En los próximos artículos, los detalles de todos los equipos: qué buscan, su figura, su entrenador, plantel, calendario y mucho más.