El comienzo no ha sido el esperado. A comienzos de enero, cuando inició la puesta punto de cara al cruce con Stormers, que debía llevarse a cabo un mes y medio después, abundaba la esperanza y el buen ánimo en BIEI, el búnker que utilizan semana a semana los representantes de la Argentina en el hemisferio sur. Había un tema en común que estaba en boca de casi todo el plantel: la preparación física. La gran mayoría había hecho hincapié en cuán difícil fue adaptarse al régimen del exhooker de los Pumas junto a Nicolás Fernández Miranda y Martín Gaitán, que también tienen pasado con la indumentaria albiceleste y en la actualidad llevan las riendas del equipo que hoy vive su tercera aventura en el torneo que organiza SANZAAR. El debut, en Ciudad del Cabo, dejó un gusto amargo por el 28-20 adverso, pero que ilusionó a más de uno por el buen nivel mostrado en la segunda mitad que, de haberse golpeado en el momento exacto, tal vez le hubiese dado un giro de 180 ° a la historia; una semana más tarde, en Johannesburgo, sucumbieron ante Lions por 47-27, a más de 2700 metros de altura. Si bien la falta de aire incidió, los capitaneados por Pablo Matera se mostraron endebles en el aspecto defensivo y en las formaciones fijas, dos claves para derribar a la escuadra que dirige Swys de Bruin; por último, ya en casa y con Hurricanes como adversario, el panorama fue aún más negro: sin tries, con cinco en contra y un mar de interrogantes que intentarán disiparlos a la brevedad.

Dicho lo anterior, que fue extenso para poder desgranar el presente de Jaguares y el porqué de su flojo arranque de temporada, el trío Ledesma-Fernández Miranda-Gaitán ya debe poner manos a la obra y hacer retoques en un plantel que sigue padeciendo un mal que lo azota y que no lo deja crecer: la barrera psicológica. Como dijo el mismísimo Ledesma en conferencia de prensa post resultado adverso ante los neozelandeses en Liniers, “el equipo no se tiene confianza y debe trabajar en el aspecto mental”. En pocas palabras dejó en claro lo que se viene hablando largo y tendido en los bufés de los clubes y en las redes sociales: a este plantel, sin importar qué camiseta se pone (en junio, noviembre y durante el Rugby Championship se la cambian por la de los Pumas), le cuesta ganar encuentros decisivos. El otro día, en su presentación ante su público, fue la cantidad de puntos desperdiciados por su inoperancia para vulnerar la defensa rival en los metros finales; en la gira por Sudáfrica, la falta de tackle, el scrum deficiente y la poca conexión entre el lanzador, los apuntaladores y el saltador en el lineout. Los problemas varían. Eso, en definitiva, es lo de menos. La cuestión no es el scrum o el line en sí, sino cómo les ha costado adaptarse a la élite. Si bien el Super Rugby es, según la opinión de muchos, el torneo de franquicias/clubes más poderoso de la Tierra, jamás se pensó que la inserción sería tan traumática tras una Copa Mundial de Inglaterra en la que estuvieron a minutos de plantarse en la definición.

Hoy, a dos años y medio de la semifinal en Twickenham ante los Wallabies, y que casualmente tenía del otro lado a Ledesma como colaborador de Michael Cheika, la situación es completamente diferente: en aquel entonces, el grupo tenía como líderes a Juan Martín Fernández Lobbe, Marcelo Bosch y Agustín Creevy; actualmente, el único de los tres que ha quedado es Creevy, que en el amanecer de este 2018 fue despojado de la capitanía, que en cuestión de días pasó a manos de Pablo Matera. Hay, tal vez, una crisis de identidad: no solo con el símbolo de Jaguares, al que cuesta asimilarlo por su corta vida, sino también con el plantel en sí. Mucha cara nueva y algunas conocidas, pero que por ahora parecen carecer de alguien que guíe a la tropa. ¿Será Matera el indicado? Eso, al menos por un par de años, no lo sabremos. ¿Surgirán nuevos modelos de liderazgo? ¿Quiénes tomarán la posta?

Echarle la culpa en este entonces a Mario Ledesma y su grupo de trabajo es, como mínimo, innecesario. No tiene sentido caerle a ellos. ¿Sus primeros pasos han sido en falso? Sí. ¿Se los debe dejar trabajar con tranquilidad? También. Tienen una árdua tarea por delante, pero que, en definitiva, termina siendo un desafío fantástico, el de volver a poner a la Argentina en el radar del tier uno, sin importar que sea Jaguares, por lo que lo haga la franquicia posteriormente tendrá un impacto positivo o negativo en los Pumas.

En lo que tiene que ver estrictamente con el juego ante Waratahs, los cabecillas decidieron cambiar dos fichas: la primera de ellas, en la línea de tres cuartos, con el ingreso de Santiago González Iglesias por Bautista Ezcurra, que ni siquiera estará entre los reservas; por el lado de los delanteros, con la vuelta de Tomás Lavanini en lugar de Tomás Lezana, que tendrá que operarse los meniscos y recién retornará dentro de un mes. Mientras tanto, en el banco, allí sí ocurrieron varios cimbronazos: a diferencia de las primeras apariciones en este 2018, en las que Martín Landajo y Juan Martín Hernández solían aguardar detrás de la línea de cal, los que se sentarán en el banco serán Felipe Ezcurra, de buena producción con Argentina XV en la Americas Rugby Championship, y Joaquín Díaz Bonilla, que, en caso de ingresar, sumará sus primeros minutos en esta campaña.

Waratahs, que viene de ganarle a Stormers por 31-24, en Sídney, y de igualar en 24 con Sharks, en Durban, aterrizó en Buenos Aires con todas sus figuras. En la tarde-noche del sábado veremos en el terreno de juego a figuras internacionales como Israel Folau, Kurtley Beale, Bernard Foley y el capitán Michael Hooper. Los conducidos por Darryl Gibson seguramente intentarán quedarse con la contienda a partir de lo que generar con sus baluartes y desde el contraataque, una de las principales virtudes del selectivo provincial de Nueva Gales del Sur. ¿Con qué oponente en el scrum se encontrará el local?

Más allá de los malos números cosechados hasta aquí, Jaguares, que ni siquiera ha podido sumar un bonus defensivo sobre quince puntos posibles, deberá volver a sus raíces: juego seguro, obtención y disciplina. Si lo cumplen a rajatabla, la victoria estará al alcance de la mano. El objetivo es revitalizarse.

Predicción: Jaguares por 10. ¡Se acaba la sequía, señoras y señores! En la Capital Federal habrá éxito de Matera y compañía. La superioridad en el fijo, clave para conseguir puntos y desmoralizar a Waratahs. La defensa, uno de los puntos más bajos en las tres primeras fechas, volverá a ser parte del color verde en el semáforo.

Formaciones y datos del partido:

Jaguares: 15- Joaquín Tuculet; 14- Bautista Delguy; 13- Matías Orlando y 12- Santiago González Iglesias; 11- Emiliano Boffelli; 10- Nicolás Sánchez y 9- Gonzalo Bertranou; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera (C); 5- Tomás Lavanini y 4- Matías Alemanno; 3- Nahuel Tetaz Chaparro, 2- Agustín Creevy, 1- Felipe Arregui.

Reservas:  16- Julián Montoya, 17- Santiago García Botta, 18- Juan Pablo Zeiss, 19- Guido Petti, 20- Juan Martín Leguizamón, 21- Felipe Ezcurra, 22- Joaquín Díaz Bonilla y 23- Sebastián Cancelliere.

Entrenador: Mario Ledesma.

Waratahs: 15- Israel Folau; 14- Alex Newsome; 13- Lalakai Foketi y 12- Kurtley Beale; 11- Curtis Rona; 10- Bernard Foley y 9- Jake Gordon; 8- Jed Holloway, 7- Michael Hooper (C) y 6- Michael Wells; 5- Tom Staniforth y 4- Ned Hanigan; 3- Paddy Ryan, 2- Damian Fitzpatrick y 1- Tom Robertson.

Reservas: 16- Tolu Latu, 17- Harry Jackson-Holmes, 18- Kalivati Tawake, 19- Nick Palmer, 20- Will Miller, 21- Nick Duffy, 22- Bryce Hegarty y 23- Taqele Naiyaravoro.

Entrenador: Darryl Gibson.

Árbitro: Mike Fraser (Nueva Zelanda).

Jueces de touch: Nick Briant (Nueva Zelanda) y Pablo Deluca (Argentina).

Asistente de video: Santiago Borsani (Argentina). 

Estadio: José Amalfitani (Liniers).

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Sobre el autor
Santiago Ángel
14/8/96. Recibido en el Círculo de Periodismo Deportivo. Pasado en Periodismo-rugby, Ubitennis, El Planeta Urbano (Community Manager), Breakdown, Mundo Ovalado, Rugby Sound (Radio X Pilar 100.3), FM Estudio 2 105.9 Pilar y 40Quince. Escribí algunos artículos para Punto de Break.