La palabra “pánico” suele estar asociada a cuestiones de la vida cotidiana, es decir, mucho más profundas que un partido de rugby profesional. Solemos vincularla con otras dos palabras: “miedo” y “bloqueo”. Estas tres, a su manera, también se han entrometido en la ovalada. Y el caso a analizar es el de Jaguares. A diferencia de otros equipos, que simplemente se ofrecen al máximo pero son limitados técnica y físicamente, la situación del representativo de la UAR es completamente diferente a la de las escuadras más débiles. Y se puede simplificar con tan solo un ejemplo: hace una semana, en suelo porteño, los dirigidos por Mario Ledesma le ganaron por 38-28 a Waratahs. En esos ochenta minutos lucieron como si fuesen lo que por momentos parecen ser: un equipo de élite, de verdadera élite. Hoy, con sólo siete días de distancia, una actuación paupérrima ante un adversario que se aferró a su defensa para volver a Brisbane con cuatro puntos bajo el brazo, pero que en gran parte fue por las indecisiones, los errores y los horrores del dueño de casa.

Jaguares, que en su gestación parecía poder darle pelea a las grandes potencias neozelandesas y soñaba con pisar los playoffs, hoy es un grupo de jugadores que puede tener un muy buen día y, de repente, uno muy malo. Calientan el motor, pero repentinamente se enfría y termina apagándose. Casi en un abrir y cerrar de ojos, de la felicidad y la ansiedad por volver a dejar una buena imagen, a la amargura y las incógnitas que han sido una constante desde el Mundial de Inglaterra 2015 hasta el día de hoy.

Analizar minuciosamente lo ocurrido en esta tarde-noche carece de sentido cuando el objetivo de este artículo es otro: tratar de encontrar el porqué de los cambios drásticos en el juego de la franquicia nacional. De tener cuarenta minutos brillantes y con cuatro tries a, en ochenta más, no poder vulnerar a un oponente que ni siquiera parecía ser una real amenaza. Por ahora, la respuesta está a años luz. El encargado de encontrarla es Mario Ledesma, con ayuda de Nicolás Fernández Miranda y Martín Gaitán, sus dos hombres de confianza.

Para hilvanar éxitos se necesita, en primer lugar, un buen trabajo psicológico. Por ahí puede estar la solución, pero no deja de ser una de las tantas posibilidades en el abanico. En segundo (y fundamental, claro), triunfos. “Ganar bien” debe ser el objetivo máximo de todo deportista, pero “ganar mal” ayuda a construir, en consecuencia, un grupo de trabajo con mentalidad ganadora. Cuando las cosas salen mal pero los casilleros están en orden, las ideas fluyen con mayor facilidad; cuando ocurren sucesos indeseados y la cabeza no está preparada para ello, el pánico suele apoderarse de la escena.

A dar vuelta la página

El próximo sábado, a las 16:40, Jaguares recibirá a Lions, que en sus dos primeras travesías por Buenos Aires se retiró con las manos vacías. ¿Se volverá a repetir la historia?

Síntesis del partido:

Jaguares (7): 15- Joaquín Tuculet; 14- Bautista Delguy; 13- Matías Orlando y 12- Santiago González Iglesias; 11- Emiliano Boffelli; 10- Nicolás Sánchez y 9- Gonzalo Bertranou; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera (C); 5- Tomás Lavanini y 4- Matías Alemanno; 3- Nahuel Tetaz Chaparro, 2- Agustín Creevy y 1- Felipe Arregui.

Ingresaron: 16- Julián Montoya, 17- Santiago García Botta, 18- Juan Pablo Zeiss, 19- Guido Petti, 20- Juan Manuel Leguizamon, 21- Martín Landajo, 22- Juan Martín Hernández y 23- Sebastián Cancelliere.

Entrenador: Mario Ledesma.

Reds (18): 15- Aidan Toua; 14- Filipo Daugunu; 13- Chris Feauai-Sautia y 12- Samu Kerevi; 11- Eto Nabuli; 10- Jono Lance y 9- James Tuttle; 8- Caleb Timu, 7- Adam Korczyk y 6- Angus Scott-Young; 5- Kane Douglas y 4- Izack Rodda; 3- Taniela Tupou, 2- Brandon Paenga-Amosa y 1- James Slipper (C).

Ingresaron: 16- Andrew Ready, 17- JP Smith, 18- Ruan Smith, 19- Harry Hockings, 20- Liam Wright, 21- Ben Lucas, 22- Hamish Stewart y 23- Duncan Paia’aua.

Entrenador: Brad Thorn.

Puntos en el primer tiempo: 4’ Penal de James Tuttle (Jaguares 0-3 Reds). 6’ Try de Bautista Delguy convertido por Nicolás Sánchez (Jaguares 7-3 Reds). 28’ Try de Brandon Paenga-Amosa (Jaguares 7-8 Reds). 36’ Penal de James Tuttle (Jaguares 7-11 Reds).

Puntos en el segundo tiempo: 7’ Try de Filipo Daugunu convertido por James Tuttle (Jaguares 7-18 Reds).

Árbitro: Paul Williams (Nueva Zelanda).

Jueces de touch: Jamie Nutbrown (Nueva Zelanda) y Pablo Deluca (Argentina).

Asistente de video: Santiago Borsani (Argentina).

Estadio: José Amalfitani (Liniers).