Por ahora, sin un destino fijo. Así navega Jaguares por el hemisferio sur. Un día, cuando el viento sopla a favor, el barco no suele tener demasiados sobresaltos para llegar al puerto; cuando las ráfagas cambian el plan inicial, la situación se vuelve adversa e incontrolable para el capitán Pablo Matera y su tripulación. ¿Qué tiene que ver lo marítimo con el Super Rugby? Nada, pero es una buena manera de comenzar un artículo, y apelando a las metáforas. Estas primeras líneas sirven para explicar cómo está el representativo de la UAR en la actualidad: pasan de la ilusión a la desilusión en ochenta minutos y, a veces, en cuestión de segundos, que, en el caso de este deporte, se refleja en fases. Así de crudo es este torneo: un desfasaje en el sistema defensiva o una mala ejecución pueden tirar por la borda el trabajo realizado durante casi toda una contienda, y con rivales que no permiten ni un yerro.

Esta tarde, cuando el Sol comience a caer en suelo porteño, los dirigidos por Pablo Matera estarán cara a cara con el equipo que mejor sabe aprovechar los errores del otro, el que con mayor facilidad esconde sus defectos y que convierte un deporte en una obra de arte. Así es Crusaders, así es la franquicia más exitosa de Nueva Zelanda y de SANZAAR. Con ocho trofeos en su vitrina, los de Canterbury son los máximos ganadores. Su supremacía histórica queda en evidencia si uno revisa cuántos campeonatos han ganado otros elencos: Blues, su gran rival en tierra maorí, y Bulls, el que comanda la tropa en Sudáfrica, festejaron en tres oportunidades… y ellos son sus “principales” perseguidores. Tal vez ya no tengan la calidad que los caracterizaba a mediados de la década anterior, cuando arrasaron gracias a jugadores como Richie McCaw, Dan Carter, Scott Robertson, Justin Marshall y Andrew Mehrtens, por solo nombrar algunas de las icónicas figuras que enorgullecieron (y enorgullecen) a Christchurch. En este 2018, figuran otros apellidos como exponentes: Whitelock (Sam, el portador del brazalete), Romano (Luke), Todd (Matt), Taylor (Codie), Havili (David) y otros que no estarán presentes en Vélez, pero que el rojo y el negro están impregnados en su piel, como lo son Read (Kieran), Franks (Owen), Moody (Joe), Dagg (Israel) y Mo’unga (Richie). Tal vez sea la escuadra neozelandesa con el plan de juego más austero. No son muy vistosos, pero sí efectivos. Todos saben qué rol cumplen dentro del terreno de juego. Va más allá de los nombres. Su cultura de equipo están tan presente que hasta ha contagiado rápidamente a jóvenes baluartes, como, por ejemplo, George Bridge, Jack Goodhue y Scott Barrett.

¿Contra qué tiene que luchar Jaguares para salir airoso ante su propio público? Contra todo lo mencionado en el párrafo anterior. ¿Será posible vulnerar a veintitrés hombres que saben bien qué significa su camiseta? Para conseguirlo, además de tener una actuación brillante desde lo colectivo, el dueño de casa deberá faltarle el respeto a la tradición y al espíritu ganador de un plantel que desde la llegada de Scott Robertson como entrenador no se ha cansado de cosechar éxitos. Será fundamental el tan mencionado “fuego interno”, ese plus que será vital para dar el batacazo.

¿Qué decidió Mario Ledesma y su grupo de trabajo para intentar producir un cimbronazo? En un principio, mantener -casi- la totalidad del XV inicial que le ganó a Lions por 49-35, también en Buenos Aires. El único cambio será en el centro de la cancha, donde Jerónimo de la Fuente le ganó la pulseada al resto de sus compañeros y reemplazará a Bautista Ezcurra. Además, el tercera línea Tomás Lezana volverá a estar en la nómina. Será su retorno a la actividad luego de la lesión en los meniscos sufrida en la caída ante Hurricanes por 34-9, en condición de local, el pasado 3 de marzo. Javier Díaz, una de las sorpresas en el plantel de esta temporada, también aparecerá entre los reservas. Sustituye a Felipe Arregui, uno de los más criticados por su floja labor en el scrum.

Se viene un juego crucial para Jaguares. Y lo será en todos los sentidos, pero principalmente en lo anímico. Del otro lado estará uno de los mejores equipos del momento, pero también será un quiebre debido a que dentro de siete días estarán visitando a Rebels, en lo que será la apertura de la segunda gira del año, y nada menos que por Oceanía. Post duelo en Melbourne, los argentinos se medirán con Blues y Chiefs, en Auckland y Rotorua, respectivamente. Una oportunidad de oro. Por el presente de la franquicia, pero en igual medida por el impacto que puede llegar a tener en los Pumas.

Predicción: Crusaders por 7. Por momento de uno y otro, y por las alineaciones que presentan, no es descabellado en imaginar un desarrollo y desenlace semejante al de Jaguares-Chiefs, en lo que fue el primer espectáculo de Super Rugby en el país. En aquella jornada, hace más de dos años, los de Hamilton se impusieron por 30-26. Como argentinos, esperamos que el final nos dibuje una sonrisa, pero una cosa es el deseo y otra, muy distinta, es la realidad…

Historial:

  • Octava semana - Super Rugby 2016: Crusaders 32-15 Jaguares, en el estadio AMI de Christchurch.

Formaciones y datos del partido:  

Jaguares: 15- Joaquín Tuculet; 14- Bautista Delguy; 13- Matías Orlando y 12- Jerónimo de la Fuente; 11- Emiliano Boffelli; 10- Nicolás Sánchez y 9- Gonzalo Bertranou; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera (C); 5- Tomás Lavanini y 4- Matías Alemanno; 3- Nahuel Tetaz Chaparro, 2- Agustín Creevy y 1- Santiago García Botta.

Reservas: 16- Julián Montoya, 17- Javier Díaz, 18- Juan Pablo Zeiss, 19- Guido Petti, 20- Tomás Lezana, 21- Martín Landajo, 22- Santiago González Iglesias y 23- Ramiro Moyano.

Entrenador: Mario Ledesma.

Crusaders: 15- David Havili; 14- Manasa Mataele; 13- Tim Bateman y 12- Ryan Crotty; 11- George Bridge; 10- Mitchell Hunt y 9- Bryn Hall; 8- Heiden Bedwell-Curtis, 7- Matt Todd y 6- Tom Sanders; 5- Sam Whitelock (C) y 4- Luke Romano; 3- Michael Alaalatoa, 2- Codie Taylor y 1- Tim Perry.

Reservas: 16- Ben Funnell, 17- Donald Brighouse, 18- Chris King, 19- Quinten Strange, 20- Pete Samu, 21- Mitchell Drummond, 22- Mike Delany y 23- Braydon Ennor.

Entrenador: Scott Robertson.

Árbitro: Marius van der Westhuizen (Sudáfrica).

Jueces de touch: Federico Anselmi y Pablo Deluca (Argentina).

Asistente de video: Santiago Borsani (Argentina).

Estadio: José Amalfitani (Liniers).