Minuto 79. Ramiro Moyano yace en el piso tras un golpe accidental en su cuello. La preocupación inunda a Jaguares, que en la primera mitad ya había sufrido la baja de Pablo Matera, su capitán. Los médicos llegan, le colocan el cuello ortopédico y lo retiran en camilla. Pero inmediatamente deben concentrarse en el partido. El tanteador les favorece por 25-20, y cuentan con scrum en sus propios 22 metros. La primera línea se alienta y, al mismo tiempo, intenta alimentarse de lo sucedido con sus compañeros para obtener la segunda victoria consecutiva en la tierra de los Wallabies -NdR: venían de superar a Rebels por 25-22, en Melbourne-. El medio scrum Martín Landajo, reemplazante de Gonzalo Bertranou, arroja la guinda y el trío conformado por Javier Díaz, Julián Montoya y Juan Pablo Zeiss, apuntalados por la segunda y tercera línea, avanzan y consiguen el penal. Acto seguido, el pack de forwards se funde en un abrazo. Significa el partido, los cuatro puntos, la continuidad de un buena racha.

Y así fue. El representativo de la UAR salió airoso en rodeo ajeno. Una vez más. En este oportunidad, ante un equipo que ganó esta competición en dos ocasiones (2001 y 2004). No es poca cosa. Es más, es, sin duda alguna, un paso adelante crucial para un plantel que busca desesperadamente encontrar un sendero. Y parecen poder visualizarlo. El nivel colectivo es cada vez más auspicioso, y también lo son las producciones individuales. Estos avances, por más que no se declaren a la prensa, suelen darse por la llegada de buenos resultados. Y a veces cuenta no tener muy buen partido. Eso fue lo que ocurrió frente a Rebels, pero pudieron sacar adelante la contienda. Se sobrepusieron a los problemas en la llegada a Oceanía y otros temas relacionados a la logística para terminar levantando los brazos. Y eso, al fin y al cabo, impactó de lleno en este encuentro.

Jaguares, que se caracteriza por su irregularidad, por fin empieza a hallarse a sí mismo. El plan de juego que intentan imponer Mario Ledesma y su grupo de trabajo ya está dando sus primeros frutos. Han quedado en evidencia las mejorías en el aspecto defensivo, las formaciones fijas y, en mayor medida, en la actitud. También apareció en escena el amor propio. Y por segundo partido consecutivo. Otro punto más para un grupo de jugadores que busca dejar atrás los aplazos con calificaciones sobresalientes, que hasta pueden llegar el rótulo de “descomunales” teniendo en cuenta su historia.

En cuanto al juego de esta madrugada, la clave estuvo en haber aprovechado los momentos. Los tres tries apoyados por Matías Orlando, Jerónimo de la Fuente y Emiliano Boffelli llegaron en minutos claves. El primero de ellos, en el amanecer del cotejo; el segundo, cuando jugaban con uno menos por la amarilla al mismísimo Boffelli; el de este último, porque parecía que el dueño de casa estaba listo para dar vuelta el marcador, y con el público como adversario extra. También fue clave la tarea de la pareja de medios, principalmente de Nicolás Sánchez, que aportó diez puntos. Bertranou y Martín Landajo, cada uno a su manera y con sus aptitudes y debilidades, también aprobaron el examen con creces. Y otro detalle que no es menor: el conjunto nacional controló a David Pocock durante los ochenta minutos. Nunca lo dejaron ganar la batalla en el punto de contacto.

Cuando lleguen a este párrafo, las pulsaciones ya estarán más bajas. La algarabía se irá diluyendo, debido a que dentro de seis días habrá un nuevo desafío, y que será de mayor voltaje: en el histórico Eden Park de Auckland, Jaguares estará cara a cara con Blues, ganador del Super Rugby en 1996, 1997 y 2003. Actualmente no es aquel escollo intimidante y casi insuperable que supo ser. Hoy, a una década y media de su último festejo en el hemisferio sur, los de la capital financiera neozelandesa solo han ganado dos juegos (frente a Lions y Sunwolves, en Johannesburgo y Tokio, respectivamente) y están últimos en la temible Conferencia Neozelandesa, pero que siguen siendo superiores a la gran mayoría de los conjuntos que existen en SANZAAR. Un fortín. Eso fue Jaguares en Canberra, y también lo deberá ser en su inicio de travesía por tierra maorí.

Síntesis del partido:

Brumbies (20): 15- Tom Banks; 14- Henry Speight; 13- Tevita Kuridrani y 12- Kyle Godwin; 11- Chance Peni; 10- Wharenui Hawera y 9- Joe Powell; 8- Isi Naisarani, 7- David Pocock y 6- Tom Cusack; 5- Sam Carter (C) y 4- Rory Arnold; 3- Allan Alaalatoa, 2- Folau Fainga'a y 1- Scott Sio.

Ingresaron: 16- Robbie Abel, 17- Nic Mayhew, 18- Mees Erasmus, 19- Darcy Swain, 20- Michael Oakman-Hunt, 21- Matt Lucas, 22- Jordan Jackson-Hope y 23- Andrew Smith.

Entrenador: Dan McKellar.

Jaguares (25): 15- Joaquín Tuculet; 14- Ramiro Moyano; 13- Matías Orlando y 12- Jerónimo de la Fuente; 11- Emiliano Boffelli; 10- Nicolás Sánchez y 9- Gonzalo Bertranou; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera (C); 5- Tomás Lavanini y 4- Guido Petti; 3- Nahuel Tetaz Chaparro, 2- Agustín Creevy y 1- Santiago García Botta.

Ingresaron: 16- Julián Montoya, 17- Javier Díaz, 18- Juan Pablo Zeiss, 19- Matías Alemanno, 20- Leonardo Senatore, 21- Martín Landajo, 22- Bautista Ezcurra y 23- Bautista Delguy.

Amonestado: ST 7’ Emiliano Boffelli.

Entrenador: Mario Ledesma.

Puntos en el primer tiempo: 5’ Try de Matías Orlando convertido por Nicolás Sánchez (Brumbies 0-7 Jaguares). 12’ y 15’ Penales de Nicolás Sánchez (Brumbies 0-13 Jaguares). 35’ y 39’ Tries de Tom Banks (Brumbies 10-13 Jaguares).

Puntos en el segundo tiempo: 18’ Try de Jerónimo de la Fuente convertido por Nicolás Sánchez (Brumbies 10-20 Jaguares). 25’ Try de Chance Peni convertido por Wharenui Hawera (Brumbies 17-20 Jaguares). 30’ Try de Emiliano Boffelli (Brumbies 17-25 Jaguares). 40+2’ Penal de Wharenui Hawera (Brumbies 20-25 Jaguares).

Árbitro: Angus Gardner (Australia).

Jueces de touch: Nic Berry y Will Houston (Australia).

Asistente de video: Ian Smith (Australia).

Estadio: GIO (Canberra).