Por lo que había ocurrido en el Kings Park de Durban, donde los Springboks se impusieron por 34-21, pensar en un triunfo era, como mínimo, complejo. Hace siete días, en el hogar de los Sharks, el dueño de casa necesitó únicamente del segundo tiempo para ahuyentar cualquier tipo de fantasma. Fueron vehementes físicamente y superiores a una Argentina que fue clínico en las pocas oportunidades que tuvo de llegar al ingoal adversario, pero que nunca logró tomar las riendas del encuentro.

Hoy, a metros de la cordillera de los Andes y las principales bodegas de nuestro país, los dirigidos por Mario Ledesma tuvieron, tal vez, la mejor actuación de la temporada. Sí, aún si se debe incluir lo hecho con la indumentaria de Jaguares ante Chiefs (Rotorua) o Bulls (Vélez). El equipo salió convencido a ganar este juego y se lo comunicó a su rival desde el primer momento a través de tackles agresivos, concentración extrema y confianza para producir puntos en campo contrario. La actitud, tan solicitada para ir en busca de la victoria, también estuvo presente en todo momento.

Rugbísticamente, los Pumas tuvieron una tarde para recordar. Por más que se intente construir una crítica “objetiva”, la realidad indica que se ejecutó casi a la perfección el plan de juego establecido. Además de buenas secuencias ofensivas y firmeza para defender, el máximo representativo de la UAR también tuvo buena obtención: en lineouts, 9/10; en el scrum, una de las formaciones deficitarias, 6/9, y con varios penales a favor que aumentó el autoestima del equipo; individualmente, el mejor, sin duda alguna, Sánchez, autor del denominado full house: el tucumano, que además fue de gran ayuda en ataque y también a la hora de inmolarse, apoyó un try y sumó tres conversiones, un penal y un drop. Detrás de él, Bautista Delguy (autor de dos conquistas y clave en la creación de quiebres), Agustín Creevy (dueño del breakdown), Matías Moroni (firme en el contacto y atento en el pasamanos) y Juan Figallo (determinante en la mejoría del scrum). Pero también es necesario recalcar que los quince que ingresaron al campo de juego jugaron, seguramente, uno de los mejores cotejos de sus respectivas carreras. Desde el banco de reservas, el aporte de Tomás Lezana fue importante cuando Sudáfrica deambulaba en las cercanías del ingoal albiceleste, mientras que Tomás Cubelli y Jerónimo de la Fuente aportaron frialdad y experiencia para cerrar el arduo trámite.

Con abundancia de flores y escasez de palos, tampoco hay que olvidar los aspectos a mejorar: en este caso, el cansancio físico producto de la cantidad de minutos que acumula el plantel entre Jaguares y Pumas. Quedó a la vista de todos cómo empezaron a pesar las piernas en el complemento. De no haber sido así, la diferencia pudo haber sido aún más amplio… ¡y eso que se ganó por trece puntos! Exceptuando la poca batería que parece tener el grupo de cara a lo que resta de la temporada, y que es entendible, el staff debe darle más minutos a los reemplazos, principalmente en la primera línea. Creevy, que hoy le ganó la pulseada de hookers a Malcolm Marx (¿el mejor del mundo en su puesto?), tuvo que retirarse del terreno de juego acompañado por un miembro del staff, y no por lesión, sino por cansancio. El fijo, sin Figallo ni Nahuel Tetaz Chaparro, también tambaleó. Y no hay muchos más aspectos para hacer hincapié.

Lo cierto es que Argentina redondeó una performance brillante en tierra mendocina. Al igual que en 2015 (37-25, en Durban) y 2016 (26-24, en Salta), los Pumas doblegaron a Sudáfrica. Apeló a la tan llamada “garra puma” pero, sin quedarse conforme, sacó a relucir su repertorio y jugó como lo que puede ser si trabaja serio de aquí en más: un selectivo de primer nivel. Solo resta disfrutar lo conseguido y, con el correr de las horas, mirar hacia adelante: dentro de catorce días, en el Trafalgar Park de Nelson, enfrente estarán los All Blacks, que en estas dos semanas dieron cátedras sobre superhumanos con alumnos australianos. Lo de hoy, para nosotros, los argentinos, fue soñado, pero pronto habrá que cambiar el chip. La marea negra se avecina y habrá que estar listos para dar más que el 100 %.

Síntesis del partido:  

Argentina (32): 15- Emiliano Boffelli; 14- Bautista Delguy; 13- Matías Moroni y 12- Bautista Ezcurra; 11- Ramiro Moyano; 10- Nicolás Sánchez y 9- Gonzalo Bertranou; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera; 5- Tomás Lavanini y 4- Guido Petti; 3- Juan Figallo, 2- Agustín Creevy (C) y 1- Nahuel Tetaz Chaparro.

Ingresaron: 16- Facundo Bosch, 17- Santiago García Botta, 18- Santiago Medrano, 19- Matías Alemanno, 20- Tomás Lezana, 21- Tomás Cubelli, 22- Jerónimo de la Fuente y 23- Juan Cruz Mallía.

Entrenador: Mario Ledesma.

Sudáfrica (19): 15- Willie le Roux; 14- Makazole Mapimpi; 13- Lukhanyo Am y 12- André Esterhuizen; 11- Aphiwe Dyantyi; 10- Handré Pollard y 9- Faf de Klerk; 8- Warren Whiteley, 7- Siya Kolisi (C) y 6- François Louw; 5- Franco Mostert y 4- Eben Etzebeth; 3- Frans Malherbe, 2- Malcolm Marx y 1- Tendai Mtawarira.

Ingresaron: 16- Bongi Mbonambi, 17- Steven Kitshoff, 18- Wilco Louw, 19- RG Snyman, 20- Pieter-Steph du Toit, 21- Embrose Papier, 22- Lionel Mapoe y 23- Damian Willemse.

Amonestado: PT 25´ Eben Etzebeth.

Entrenador: Rassie Erasmus.

Puntos en el primer tiempo: 4´ Penal de Nicolás Sánchez (Argentina 3-0 Sudáfrica). 14´ Try de Siya Kolisi convertido por Handré Pollard (Argentina 3-7 Sudáfrica). 18´ y 23´ Tries de Bautista Delguy convertidos por Nicolás Sánchez (Argentina 17-7 Sudáfrica). 27´ Try de Nicolás Sánchez convertido por Nicolás Sánchez (Argentina 24-7 Sudáfrica). 36´ Penal de Nicolás Sánchez (Argentina 27-7 Sudáfrica).

Puntos en el segundo tiempo: 5´ Try de Ramiro Moyano (Argentina 32-7 Sudáfrica). 7´ Try de Lionel Mapoe convertido por Handré Pollard (Argentina 32-14 Sudáfrica). 24´ Try de Lionel Mapoe (Argentina 32-19 Sudáfrica).

Árbitro: Angus Gardner (Australia).

Jueces de touch: Ben O’Keeffe (Nueva Zelanda) y Andrew Brace (Irlanda).

Asistente de video: Simon McDowell (Irlanda).

Estadio: Malvinas Argentinas (Mendoza).