Ballymore, Brisbane, Australia. Año 1983. Quien escribe este artículo ni siquiera había nacido, pero, según los relatos de aquella época y los archivos audiovisuales, la Argentina completó una de sus mejores gestas en rodeo ajeno: con una actuación fabulosa de Hugo Porta, quien posiblemente sea uno de los mejores jugadores de la historia de nuestro país (o el mejor), los albicelestes doblegaron al seleccionado local por 18-3. Antes, en 1979, con la presencia de 25 mil espectadores que coparon Ferrocarril Oeste, fue 24-13. Luego, en 1987 (27-19, en Vélez), 1997 (18-16, con el estadio de Ferro nuevamente como recinto) y 2014 (21-17, en el Malvinas Argentinas de Mendoza). Este último éxito, el primero en el Rugby Championship, fue el quinto y, hasta hoy, último triunfo frente al ganador de las Copas del Mundo de 1991 y 1999. Pasaron un sinfín de entrenadores, dirigentes y jugadores para llegar a este momento. Para que logren entender el tiempo que transcurrió entre el bautismo de gloria en tierra de canguros y este segundo festejo, en aquel histórico encuentro con tries de Buenaventura “Gurí” Mínguez y “Tommy” Petersen aún no existía el trofeo William Webb Ellis. Recién cuatro años después se iba a disputar, en Nueva Zelanda, la primera edición del Mundial, que finalmente iba a ganar el dueño de casa. Luego vendrían ocho celebraciones más.

Con todo lo escrito en el primer párrafo, este 23-19 no será un simple resultado en la historia de nuestro rugby. Además de haber batido a uno de los mejores selectivos de este deporte fuera de casa, los Pumas consiguieron otro hito desde que ingresaron a esta competición: ganar dos juegos en un mismo año. Veintiún días atrás, en Mendoza, la víctima de turno fue Sudáfrica (32-19). Y ya no es una casualidad. No fueron simplemente ochenta minutos en los cuales se alinearon los planetas. Algo ha cambiado en este plantel. Ese “algo” parece estar detrás de la línea de cal. Más bien, cuando suena el silbatazo inicial, en los palcos. Y tiene nombre y apellido: Mario Ledesma. El exhooker, una de las grandes leyendas de la ovalada en nuestro país, le ha aportado confianza a un equipo que venía fusilado psicológicamente, pero que, pese a todo, rugbísticamente siempre pareció haber tenido condiciones para pelear palmo a palmo con los mejores. Pero el surgido en Curupaytí no es el único detrás del gran cambio. debido a que junto a él están Gonzalo Quesada, Nicolás Fernández Miranda, Martín Gaitán y Pablo Bouza. Todos ellos, curiosamente, vistieron la celeste y blanca en algún momento de sus carreras.

Si bien hoy abunda el optimismo y la esperanza por el futuro, aún queda mucho por pulir. Lo único que va en contra de la Argentina es el tiempo: “solo” tienen un año para llegar al clímax. ¿Cuándo y dónde? El 21 de septiembre, en Tokio, Japón, cuando debuten en la Copa Mundial frente a Inglaterra. ¿Por qué “solo”? Por el simple hecho de que el tiempo, en este caso, es relativo. Si es bien exprimido, como hasta ahora, será suficiente para estar al 100 % cuando sea momento de enfrentar a la Rosa en la capital nipona. Y es que sí o sí ya hay que empezar a diagramar el futuro. Toda equipo exitoso tiene objetivos a corto, mediano y largo plazo. Al corto, tal vez, conseguir una nueva victoria en este campeonato; al mediano, tener un plantel competitivo puesto por puesto y mejorar ciertos aspectos que actualmente son deficitarios (el scrum, una de las prioridades); a largo, explotar en suelo asiático y volver a dejar la bandera nacional en lo más alto y, aún más importante, mantenerse en la élite en los próximos años, evolucionar y tener una base aún más amplia.

Pero aún quedan 370 días para el kickoff ante Eddie Jones y compañía. Hoy es momento de disfrutar de una nuevo capítulo dorado escrito por nuestros representantes. Si bien no fue la mejor actuación desde el juego, sí lo fue en lo actitudinal. Y un claro ejemplo fue el final: Tomás Lavanini, quien tiene un techo altísimo pero suele ser irregular debido a su temperamento, terminó vistiéndose de héroe al evitar el try adversario gracias a su tackle salvador sobre Israel Folau. Y aquí es donde más se nota el gran presente mental de este plantel: todos dan el 100 % y sacan su mejor versión en los momentos cruciales, aún cuando no están finos.

“Laburo y locura”. Esas fueron las dos premisas de Ledesma al asumir en Jaguares, a finales del año pasado. Este año, durante el Super Rugby, fue puntilloso y logró que Jaguares debute en los playoffs tras dos años previos de decepciones. Posterior a su gran campaña con la franquicia, tomó las riendas del máximo representativo de la UAR y siguió con el mismo lema. Y eso es lo que dejan en evidencia estos Pumas. En Gold Coast lo expusieron en su esplendor. Por allí parece estar la clave para seguir superándose. Si bien tanto él como su equipo de trabajo y los mismos jugadores evitan hablar de números, el título habla por sí solo: “Treinta y cinco años después, Argentina izó su bandera en Australia”.

Los All Blacks, entre ceja y ceja

En el horizonte de los argentinos asoma el número del ranking de la World Rugby y actual bicampeón mundial, que hoy, por primera vez en nueve años, perdió en condición de local: fue 36-34, con Sudáfrica como verdugo. Sí, el mismo oponente que en septiembre de 2009 lo había amargado en Hamilton. Esta vez fue en la capital, Wellington. De esta manera, Nueva Zelanda aterrizará en Buenos Aires con la sangre en el ojo. Querrá cuanto antes enterrar la desazón producida por este traspié. La cita será el próximo sábado 29 de septiembre, en el José Amalfitani de Liniers, cuando el reloj marque las 19:40 en nuestro territorio. ¿Finalmente habrá cimbronazo ante los hombres de negro? La mesa está servida.

Síntesis del partido:

Australia (19): 15- Dane Haylett-Petty; 14- Israel Folau; 13- Reece Hodge y 12- Matt Toomua; 11- Marika Koroibete; 10- Bernard Foley y 9- Will Genia; 8- Pete Samu, 7- David Pocock (C) y 6- Lukhan Tui; 5- Izack Rodda y 4- Rory Arnold; 3- Allan Alaalatoa, 2- Tatafu Polota-Nau y 1- Scott Sio.

Ingresaron: 16- Folau Fainga’a, 17- Sekope Kepu, 18- Taniela Tupou, 19- Adam Coleman, 20- Ned Hanigan, 21- Nick Phipps, 22- Bernard Foley y 23- Jack Maddocks.

Entrenador: Michael Cheika.

Argentina (23): 15- Emiliano Boffelli; 14- Bautista Delguy; 13- Matías Moroni y 12- Jerónimo de la Fuente; 11- Ramiro Moyano; 10- Nicolás Sánchez y 9- Gonzalo Bertranou; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera; 5- Tomás Lavanini y 4- Guido Petti; 3- Santiago Medrano, 2- Agustín Creevy (C) y 1- Nahuel Tetaz Chaparro.

Ingresaron: 16- Julián Montoya, 17- Santiago García Botta, 18- Juan Pablo Zeiss, 19- Matías Alemanno, 20- Juan Manuel Leguizamón, 22- Bautista Ezcurra y 23- Juan Cruz Mallía.

No ingresó: 21- Martín Landajo.

Entrenador: Mario Ledesma.

Puntos en el primer tiempo: 5´ Penal de Emiliano Boffelli (Australia 0-3 Argentina). 10´ Try de Will Genia convertido por Matt Toomua (Australia 7-3 Argentina). 15´ Try de Nicolás Sánchez convertido por él mismo (Australia 7-10 Argentina). 19´ Try de Israel Folau convertido por Matt Toomua (Australia 14-10 Argentina). 35´ Try de Bautista Delguy convertido por Nicolás Sánchez (Australia 14-17 Argentina).

Puntos en el segundo tiempo: 8´ Penal de Nicolás Sánchez (Australia 14-20 Argentina). 14´ Try de Dane Haylett-Petty (Australia 19-20 Argentina). 37´ Penal de Emiliano Boffelli (Australia 19-23 Argentina).

Árbitro: John Lacey (Irlanda).

Jueces de touch: Glen Jackson y Paul Williams (Nueva Zelanda).

Asistente de video: Glenn Newman (Nueva Zelanda).

Estadio: Cbus Super (Gold Coast).





 

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Sobre el autor
Santiago Ángel
14/8/96. Recibido en el Círculo de Periodismo Deportivo. Pasado en Periodismo-rugby, Ubitennis, El Planeta Urbano (Community Manager), Breakdown, Mundo Ovalado, Rugby Sound (Radio X Pilar 100.3), FM Estudio 2 105.9 Pilar y 40Quince. Escribí algunos artículos para Punto de Break.