Christchurch, Nueva Zelanda - Frente a un adversario que hizo de su defensa una muralla, la franquicia argentina no pudo dar el gran golpe en la región de Canterbury. Si bien la primera mitad fue auspiciosa en cuanto al tacle y al control del rival, en la segunda etapa se notó el cansancio y la desazón por no poder quebrar a un adversario sumamente complejo. La toma de decisiones comenzó a ser deficiente y eso, con el correr de los minutos, se notó en el tanteador. Del 10-3 parcial con el cual se fueron al vestuario, el dueño casa sumó dos penales en cinco minutos (13’ y 18’) para aumentar la diferencia a trece puntos. Sobre el cierre, Richie Mo’unga, la gran figura del cotejo, volvió a sumar de a tres para cerrar la contienda con un 19-3 que no reflejó todo lo que ocurrió en los cuarenta minutos iniciales, aunque sí en el complemento. ¿Por qué se perdió? Por lo mencionado, por no haber podido prevalecer en ataque, por el flojo uso del pie en ataque y por la pérdida en el contacto. 

Más allá de lo que pasó en el juego en sí, nada empañó lo hecho por el elenco argentino en esta primera parte de la temporada. Han ganado ¡13! partidos en toda la campaña y se metieron en la definición con total justicia. Fue, sin duda alguna, el segundo mejor equipo del campeonato… y no solo por los números: se aumentó la base (debutaron jugadores como Mayco Vivas, Lucio Sordoni, Domingo Miotti, Santiago Carreras y Lucas Paulos, entre otros), llevaron a cabo un rugby de altísimo voltaje (y de primer nivel internacional, claro) y tuvieron un staff que los ayudó a explotar sus virtudes. Lo único “malo” fue haber perdido esta final, que, al fin y al cabo, es una experiencia de cara a lo que se viene: el Rugby Championship y el Mundial en Japón, ya con la camiseta de los Pumas. 

No sirve este espacio, al menos por hoy, para seguir haciendo un análisis intensivo sobre lo que ocurrió. Solo resta agradecerle a los jugadores y al cuerpo técnico por lo hecho en estos meses. Servirá para lo que se avecina, que es ni más ni menos lo más lindo del año. Ahora, a descansar y recuperar energías para vestir la albiceleste. En Buenos Aires esperan los “europeos” más aquellos que no viajaron de Jaguares y algunos de Argentina XV. Esto recién empieza, muchachos. 

Síntesis del partido:

Crusaders (19): 15- David Havili; 14- Sevu Reece; 13- Braydon Ennor y 12- Jack Goodhue; 11- George Bridge; 10- Richie Mo'unga y 9- Bryn Hall; 8- Kieran Read, 7- Matt Todd y 6- Whetu Douglas; 5- Sam Whitelock (C) y 4- Mitchell Dunshea; 3- Owen Franks, 2- Codie Taylor y 1- Joe Moody.

Ingresaron: 16- Andrew Makalio, 17- George Bower, 18- Michael Alaalatoa, 19- Luke Romano, 20- Jordan Taufua, 21- Mitchell Drummond, 22- Mitchell Hunt y 23- Will Jordan. 

Entrenador: Scott Robertson.

Jaguares (3): 15- Emiliano Boffelli; 14- Matías Moroni; 13- Matías Orlando y 12- Jerónimo de la Fuente (C); 11- Ramiro Moyano; 10- Joaquín Díaz Bonilla y 9- Tomás Cubelli; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera; 5- Tomás Lavanini y 4- Guido Petti; 3- Santiago Medrano, 2- Agustín Creevy y 1- Nahuel Tetaz Chaparro. 

Ingresaron: 16- Julián Montoya, 17- Mayco Vivas, 18- Enrique Pieretto, 19- Juan Manuel Leguizamón, 20- Tomás Lezana, 21- Felipe Ezcurra, 22- Domingo Miotti y 23- Sebastián Cancelliere. 

Entrenador: Gonzalo Quesada.

Puntos en el primer tiempo: 15´ Penal de Joaquín Díaz Bonilla (Crusaders 0-3 Jaguares). 24´ Try de Codie Taylor convertido por Richie Mo’unga (Crusaders 7-3 Jaguares). 

Puntos en el segundo tiempo: 13´, 18´ y 34´ Penales de Richie Mo’unga (Crusaders 19-3 Jaguares). 

Árbitro: Jaco Peyper (Sudáfrica).

Jueces de touch: Mike Fraser y Paul Williams (Nueva Zelanda). 

Asistente de video: Ben Skeen (Nueva Zelanda). 

Estadio: Orangetheory (Christchurch).