En un principio su único objetivo era llegar a los playoffs pero el tiempo y los resultados dieron mucho que hablar por lo que el objetivo poco a poco pasó a ser otro.
El equipo sufrió algunos cambios respecto al año pasado y lo hizo tanto en el plantel como en la dirección. Con Gonzalo Quesada como nuevo Head Coach, Jaguares tenía un solo objetivo, demostrar que los argentinos estaban al nivel de los mejores equipos del mundo y así fué.
El debut no fue el soñado ya que comenzó con una derrota ante Lions pero a medida que pasaba el tiempo los argentinos fueron tomando confianza y comenzaron a aparecer los triunfos. De esta manera lograron quedar segundos en la tabla general con once partidos ganados y cinco perdidos lo que significó un total de 51 puntos.
El primer objetivo estaba cumplido Jaguares se encontraban los playoffs y muy bien posicionado. Venían con una racha de 5 partidos ganados en la clasificación y nos dejaron de hacerlo en la fase final ya que vencieron en Cuartos de Final a Chiefs tras un partido ajustado y a en la Semifinal golear 39 a 7 a Brumbies logrando avanzar a la tan soñada final.
Ya en la final, la cual se disputó en Nueva Zelanda, los argentinos salieron a buscar el título. El buen juego fue algo que acompañó al equipo durante los 80 minutos pero por desgracia la suerte no lo hizo. Algo similar ocurrió en el equipo contrario, Crusaders, sólo que en este caso la suerte sí los apoyó. De esta manera fue como la temporada de Jaguares finalizó con un gusto un poco amargo ya que el partido terminó en 19 a 3 para los neozelandeses logrando consagrarse por décima vez en el campeonato. Sin embargo es admirable el mérito que tuvo el equipo argentino ya que logró demostrar el muy buen juego que tiene nuestro país.